Pediluvio, la terapia que quita las toxinas del cuerpo a través de los pies

La primera advertencia que hacen es que el agua que rodea tus pies se va a teñir de un color. Y que ese color va a estar determinado por ti mismo, por las toxinas que hay dentro de tu cuerpo. La gama de colores es amplia, así que solo lo sabrás una vez que estés ahí.

De a poco, el líquido va tomando color. Primero amarillo en mi caso, luego se va tornando cada vez más oscuro, hasta llegar a café con franjas naranjas. También salen burbujas. Todo eso rodea mis pies, que están dentro de un recipiente que, en un inicio, tenía agua pura.

Jennifer Leppez, especialista en terapias manuales del centro de estética y bienestar Mandala, me explica: “El color que se genera depende del órgano que va  a limpiar. En tu caso es el sistema linfático, el ácido graso, el hígado y los pulmones”. La especialista señala que, a veces, sale olor a excremento o a orina, señal de la toxicidad que haya en el cuerpo.

La terapia se llama Pediluvio y consiste en extraer las toxinas del cuerpo a través de los pies. ¿Cómo? A través de una máquina que manipula los electrodos, aniones y cationes. La terapeuta amarra una suerte de brazalete a la muñeca de la persona que está conectado con dicha máquina. Luego, pone un aparato entre medio de los pies. Todo eso arrastra las sustancias venenosas y salen por los poros de los pies.

Jennifer recomienda hacer una terapia de diez sesiones en un periodo de diez meses. Tras ello, el paciente tiende a dormir y respirar mejor, así como también siente mayor energía porque el cuerpo ya hay sustancias que dan la sensación de tener un cuerpo pesado. 

Constanza Prenafeta, directora del centro Mandala, indica que las toxinas no solo se producen por el consumo de tabaco y de alcohol. Actualmente hay un bombardeo que va desde la comida industrial hasta la polución del aire y el estrés.

“Las toxinas te hace ser más irritable. No es azaroso que el señor le responda de mala forma a una señora en el metro, porque no somos seres templados. La mala evacuación de estas genera una fatiga crónica que repercute en el estado anímico, rendimiento laboral y hasta sexual”, dice. 

El tratamiento dura cerca de 30 minutos, de acuerdo al diagnóstico se sugiere complementarlo con reflexología u otra terapia, para mejorar el nivel de toxinas y funcionamiento de los órganos la siguiente vez que se realice el proceso .  Entre quienes no pueden acceder a la terapia están aquellas personas que tienen alguna prótesis, quienes padecen de cáncer y las mujeres embarazadas.