Un ex estudiante de doctorado en Ciencias del Ejercicio presentó una grave denuncia en contra de un profesor de la Universidad Finis Terrae, luego de que acusara haber sido víctima de una experimentación humana al ser sometido a biopsias musculares irregulares.
Según reveló T13, el joven resultó con secuelas físicas y psicológicas por el procedimiento médico, situación por la cual interpuso una querella por ejercicio ilegal de la profesión y experimentación humana.
El responsable de este hecho sería el profesor de educación física Hermann Zbinden Foncea, quien antes de la acusación, se desempeñaba como director de postgrados e investigación en la Escuela de Kinesiología.
De acuerdo a la acción legal, el docente realizaba biopsias musculares a los estudiantes del doctorado con la finalidad de llevar a cabo sus investigaciones. Si bien este procedimiento era voluntario, los estudiantes señalan que habrían accedido por temor ante una eventual represalia académica.
El momento en que el estudiante se sometió a la biopsia muscular en la Universidad Finis Terrae
El denunciante se realizó la biopsia en uno de los gimnasios de la casa de estudios, y según una grabación de audio que registró el procedimiento, el ex alumno gritaba de dolor mientras el profesor intentaba mantener la calma.
“El estudiante seguía mordiendo la camisa, esa mordaza que tenía, intentando afirmarse a la camilla. Se observaba que estaba con toda la musculatura contraída en las piernas y cuando pasa la la primera capa la fascia, pasa fuertemente, se escucha el tac de golpe y se escucha un segundo, un segundo golpe”, relató uno de los testigos del hecho.
Tras el procedimiento, el denunciante se desmayó debido al intenso dolor que sufrió.
Las acciones que tomó la Universidad Finis Terrae con el profesor tras acusación de experimentación humana
Después de que se diera a conocer esta denuncia en contra del docente Hermann Zbinden, la Universidad Finis Terrae ya tomó acciones.
“Fue removido de la dirección del programa, quedando inhabilitado para ejercer todo cargo directivo y de responsabilidad académica”, aseguró Daniela Sarrás, secretaria general de la casa de estudios.
El abogado querellante, Emiliano Arias comentó al citado medio que “cuando se experimenta en humanos y cuando se utiliza a estudiantes por parte de profesores de quienes depende, por ejemplo, la aprobación de un magíster un doctorado, se da este contexto de temor reverencial a esa otra figura que te hace precisamente vulnerar tu voluntad y aceptar”.
Siguiendo en esa línea, explicó que en este caso “se trata de tres delitos que son ejercicio ilegal de la profesión, que ejerciendo ilegalmente la profesión ciertas personas le ocasionaron lesiones a este estudiante y que además en el contexto de experimentación en seres humanos, porque no eran lesiones destinadas a mejorar la salud, sino que precisamente para ser usadas en estudios”.
La defensa del docente
Por su parte, la defensa de Hermann Zbinden aseguró que no se cometió ningún delito, ya que el acto fue voluntario.
“La querella se refiere a un procedimiento de biopsia al que voluntariamente se sometieron alumnos de un programa de doctorado que a la época dirigía nuestro presentado.… El sometimiento a dicho procedimiento por parte de los alumnos del doctorado fue voluntario”, expuso.
A lo que añadió: “Los participantes sabían en qué consistía el procedimiento (particularmente, el querellante había escrito una publicación científica al respecto) y libremente decidieron someterse a él”.
“El procedimiento fue realizado en el marco de una actividad docente y no en el marco de una actividad de investigación científica ni lucrativa. Fue ejecutado por médicos y no por nuestro representado. Una imputación a título de ejercicio ilegal de la profesión no tiene sentido, pues este delito supone atribuirse la calidad de médico, cuestión que nuestro representado nunca ha hecho”, cerró la defensa del profesor universitario.