Esta mañana, las calles de Buenos Aires fueron solo celebración. Es que tras más de 20 horas de discusión, los diputados trasandinos aprobaron con 129 votos a favor y 125 en contra, la despenalización del aborto hasta las 14 semanas de gestación.
Sin embargo, y pese a que muchos asumieron que la iniciativa ya era toda una realidad, lo cierto es que aún queda camino por recorrer.
Ahora, y según estipula la Constitución argentina, el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, deberá informar al Senado sobre la votación, pero para iniciar la discusión deberán esperar una semana. A diferencia de los diputados, esta podría tener un tratamiento rápido de ocho días.
Pero esto no ocurrirá tan luego. La votación podría llevarse a cabo recién en septiembre producto de la extensa discusión que se vivió en la Cámara y que incluyó 723 exposiciones.
En caso de que el Senado apruebe la iniciativa, esta se convertirá en ley, pero deberá ser reglamentado por el Ejecutivo. Si bien se plantea la posibilidad de que Mauricio Macri utilice el veto, que le permite rechazar total o parcialmente lo aprobado, lo cierto es que anteriormente aseguró que respetará la decisión del legislativo, pese a que aseguró estar “a favor de la vida”.
Si se modifica el proyecto que aprobaron los diputados, este tiene que volver a la Cámara, donde se deberá volver a debatir y votar.
En ese caso, pueden por mayoría simple aprobar el proyecto tal como lo reescribió el Senado o, con mayoría especial, insistir con la redacción original.
