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14 de Febrero de 2014

Vecinos de Cochamó acusan presión del Gobierno para aprobar central de pasada Mediterráneo

El proyecto hidroeléctrico, en el cual participan socios y amigos del Presidente Sebastián Piñera, se sometería a calificación ambiental antes del 11 de marzo, fecha en que se realiza el cambio de mando. Ante eventual aprobación, opositores ya anuncian judicialización del proyecto.

Por Nicolás Binder Igor
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Vecinos y activistas de Cochamó, comuna cerca de 4 mil habitantes ubicada en la zona cordillerana de la Región de Los Lagos, vienen movilizándose hace un tiempo frente a un proyecto energético que según estiman, dañaría de manera irreversible el potencial turístico de la zona.  La pronta calificación del proyecto hidroeléctrico Mediterráneo, una central de pasada de 400 millones de dólares, la más grande de su tipo en Chile, los tiene en alerta debido principalmente a un tendido eléctrico que, de ser aprobado, pasaría por el valle del Río Puelo, el corazón de la comuna.

Los opositores al proyecto creen que éste pasará la calificación por  parte del Servicio de Evaluación Ambiental debido a que los propios amigos y socios del Presidente Sebastián Piñera están detrás de Mediterráneo y temen que antes del cambio de gobierno, el 11 de marzo, la aprobación sea un hecho.

A pesar de estar a solo dos horas en vehículo desde Puerto Montt, Cochamó sigue siendo una zona desconocida para muchos, incluso en la propia Región de Los Lagos. Sus 4.300 habitantes, según el censo 2002, hacen a la comuna 100 por ciento rural, con una densidad que apenas llega a 1 habitante por kilómetro cuadrado, y muy dispersa en todo el territorio. Por lo general la población vive de la ganadería y la pesca, ya sea en los valles como el del Río Puelo y Manso, o en el borde costero del estuario de Reloncaví.

Mismas características geográficas que, sin embargo, dotan a Cochamó de una espectacular belleza natural, ilustrada gracias a sus cumbres casi siempre blancas, bosque nativo que incluye alerces y cipreses, y ríos como el Puelo y el Manso, cuyas aguas color turquesa convierten a la comuna en uno de los grandes patrimonios naturales y turísticos  de la Décima Región. Una condición que se ha reflejado en los últimos años con un incremento de la oferta turística, ya sea en cabañas, logdes, servicios como excursiones, cabalgatas, pesca con mosca, trekking y escalada de cerros y montañas.

“La comuna, de alguna forma, vive del turismo. No te puedo decir que completa pero ponle que la mitad vive del turismo”, asegura Rodrigo Condeza, director de la corporación Puelo Patagonia que está detrás de la campaña “Puelo Sin Torres”.  Según señala Condeza la eventual aprobación del proyecto Mediterráneo afectará irremediablemente los dos principales lugares puntos turísticos de la comuna: el estuario de Reloncaví y la cuenca del Puelo.

Génesis

Mediterráneo S.A, es un negocio iniciado por el  empresario chileno Roberto Hagemann Gerstmann, que nació formalmente en junio de 2008, con la constitución de la sociedad y la adquisición de los derechos de agua del Río Manso en un inédito remate, por una cifra cercana a los 23 mil millones de pesos.

El proyecto involucra la construcción de una central de paso de 210 MW en la confluencia de los ríos Manso y Torrentoso, un remoto lugar de difícil acceso en plena cordillera, cerca del Paso El León y el límite con Argentina. Los plazos para su construcción contemplan 42 meses y la mano de obra durante esta etapa involucraría hasta 600 trabajadores en su máximo apogeo, una cifra significativa al considerar que la comuna tiene unos 4 mil habitantes.

Pero muchos de los vecinos  acusan no haberse enterado de los planes de Mediterráneo hasta recién en diciembre de 2011, cuando el proyecto ingresó al Sistema de Evaluación Ambiental.

“Lo venden como un proyecto amigable. Esta empresa se hizo pasar como una empresa turística. Empezó a comprar terrenos para un proyecto turístico y la gente les creyó”, acusa Jaime Bustos, vecino de Primer Corral. “Y hoy hay mucha gente triste. La más triste del valle son las que se las están interviniendo con el proyecto. Puras caras largas”.

Víctor Baccaro, secretario de Pueblo de Río Puelo, organización que reúne a alrededor de 30 empresas ligadas de turismo asentadas en la cuenca del Puelo y que se opone a la central y acusa manipulación de la información por parte de Mediterráneo. “La empresa ha comprado terrenos diciendo que va a hacer un emprendimiento  turístico y termina siendo un proyecto de central. No puede ser que pasando lucas pueda pasar por encima de la gente”.

Línea de transmisión

La central involucra el entubamiento de 5,5 kilómetros del río Manso, que mediante dos turbinas captará un caudal de 171 m3/s, dejando el paso permanente de un caudal ecológico de 13,4 m3/s. Según Mauricio Fierro, técnico forestal, vecino de Puelo y opositor al proyecto, la central afectará seriamente el río Manso.”Es nefasta para la economía de la cuenca porque corta el río, aunque digan que van a tener un flujo de caudal ecológico. Se corta, se entuba y después se restituye, pero en esos 6 kilómetros se seca el río“, afirma.

Pero lo que preocupa más a los opositores al proyecto son los 63 kilómetros de tendido eléctrico, con 212 torres de alta tensión de 45 metros de altura cada una, que pasaría por la ribera norte del río Puelo, el lago Tagua Tagua y finalmente cruzaría de forma aérea el estuario de Reloncaví, para conectarse al Sistema Interconectado Central  con una nueva subestación emplazada al lado de la central Canutillar.

“El tendido eléctrico es un error gigantesco. Pasa justamente donde está la mayor cantidad de esfuerzo del pueblo: viviendas, casas, camino, e infraestructura turística. Justo por donde está la población. Es la línea recta más barata, sin pensar en nadie más, solo en el negocio”, critica Baccaro, quien es dueño de unas cabañas cerca de la desembocadura del río Puelo. “No es que uno se oponga a la generación eléctrica ni tampoco a la hidroelectricidad, sino que este proyecto en específico es pésimo, eso es lo que pasa”, agrega.

Rodrigo Condeza también se ve afectado por el trazado, ya que tiene un lodge en la ribera norte del lago Tagua Tagua. “Aquí hay nueve logdes. Algunos les pasan las torres por arriba. También hay otros cien emprendimientos muchos más pequeños que se ven afectados de forma dramática por el tema del tendido. Mucha gente que se sacrifica, vende sus bueyes, sus animales para poder construir su cabaña para tener ingreso por el turismo. Y se van a ver afectados con este tendido eléctrico porque afecta el valor más importante que tiene la comuna, que es el paisaje”.

Pese a que diversos organismos, como Sernatur Los Lagos y la Municipalidad de Cochamó, solicitaron a la empresa cambiar y/o soterrar el tendido en los sectores del lago Tagua Tagua y el estuario de Reloncaví, Mediterráneo no ha accedido argumentando, entre otros los elevados costos económicos y la presencia de alerces en otras rutas alternativas, que por ley no puede ser talado.

Suspicacias

Sin embargo, las críticas no son solo hacia Mediterráneo, sino también al actual Gobierno, ya que es de dominio público que empresarios cercanos al Presidente Sebastián Piñera están también detrás del proyecto.

Si bien en su sitio web la empresa no informa quiénes están detrás del proyecto, se sabe, tal como publicó El Mercurio en junio del 2012, que entre los principales involucrados se encuentran la Constructora Belfi S.A. de los hermanos Fernando y Enrique Elgueta Gómez, más otros empresarios como Ignacio Guerrero y José Coxamigos del actual Mandatario y conocidos por trabajar en el “Tercer Piso” de La Moneda, como consigna La Tercera.

Mediterráneo presentó su tercera adenda el pasado 7 de enero, y hasta al momento se han pronunciado el SAG, Sernatur, Medio Ambiente, la Dirección General de Aguas, e incluso la Municipalidad de Cochamó, entre otros servicios. Ninguno ha presentado observaciones, por lo se estaría allanando el camino, según los plazos legales establecidos, para la calificación del proyecto y su posible aprobación antes del cambio de mando el próximo 11 de marzo.

“Ha habido una presión no menor a que este proyecto se apruebe”, afirma Rodrigo Condeza. “Hemos estado en contacto con algunos seremis y eso es lo que nos han transmitido. Sernatur, SEA, Medio Ambiente. La empresa puede haber presentado una cuarta adenda, lo que hubiese significado aprobarlo en el gobierno de Bachelet. Sin embargo se alinean todos los seremis, y no tienen observaciones, pero tienen un listado de condicionantes. Eso acelera la votación para febrero. Por lo tanto la orden es clara: que el proyecto se apruebe”, asegura.

El proyecto tiene un plazo legal de 180 días para ser calificado y actualmente se encuentra en el día 158.

Alfredo Wendt, director del Servicio de Evaluación Ambiental de Los Lagos, asegura que “es posible (que el proyecto se califique) durante este mes o durante el mes siguiente, dentro de los días que restan. Eso depende de cuándo se cite. Tiene que realizarse un acta de elaboración, que es el estado final técnico del proceso de evaluación, y posteriormente la edición del informe de elaboración que se le presenta a la comisión de evaluación. Se está iniciando el proceso final de aquellas etapas”, afirma Wendt.

Consultado sobre las supuestas presiones por parte del gobierno central que acusan los opositores a la central hidroeléctrica, el director regional del SEA dice que “son percepciones de personas que expresan lo que estimen conveniente. Mas al respecto no tengo qué referirme. Ellos están en su derecho a emitirlas”.

Reuniones

Al margen de las acusaciones de presiones tanto al gobierno como a la empresa, existe constancia de que Mediterráneo se ha reunido por lo menos con un seremi de Los Lagos, y en más de una ocasión. De acuerdo a la ordenanza 9627 de la Subsecretaría de Economía, fechada el 26 de noviembre del 2013 y emitida a raíz de una solicitud al Consejo de Transparencia realizada por Mauricio Fierro, el día 11 de julio del 2013 siete integrantes de Mediterráneo se reunieron con el seremi de Los Lagos de la cartera, Alex Guarda.

Según el documento, en aquella reunión participaron, entre otros, Ricardo Bachelet (primo de la electa Mandataria) Ignacio Guerrero y Carl Weber, quien entonces era gerente general de Mediterráneo y en la actualidad vicepresidente ejecutivo de la empresa. También se registran otras dos reuniones que tuvo el seremi con Carl Weber, en febrero de 2012 y agosto de 2013.

De acuerdo a la actual legislación, la seremi de Economía es una las secretarías que tiene voto en la Comisión de Evaluación Ambiental.

El Dínamo trató de contactarse con el seremi Alex Guarda para consultarle sobre estas reuniones con personas de Mediterráneo. Sin embargo, desde su oficina afirmaron que está con vacaciones. Las llamadas a su teléfono celular tampoco fueron contestadas.

Fernando Ortúzar, director regional de Sernatur, uno de los servicios mencionado por Condeza de recibir presiones para acelerar la aprobación del proyecto, rechaza la acusación. “Yo entiendo las pasiones que desatan estos temas pero los pronunciamientos tienen que ver con argumentos técnicos que van mas allá de lo que uno pueda pensar, o sino los pronunciamientos se pueden considerar como arbitrarios”.

Consultado sobre reuniones con personas de Mediterráneo, Ortúzar confirma que éstas efectivamente sí han ocurrido. Todas las reuniones que hemos tenido, que no han sido muchas, han sido para evaluar aspectos técnicos. Son reuniones bastante ampliadas, con equipos técnicos, con equipos de la Subsecretaría, del Ministerio de Economía”. También confirma que en aquellas reuniones han participado José Cox, Ricardo Bachelet y Carl Weber, aunque, asegura, “no han habido presiones”.

Compensaciones

El Dínamo también trató de contarse con Mediterráneo para conocer su opinión sobre las críticas al proyecto y su plan de compensación. Sin embargo  desde la empresa comunicaron que no consideran oportuno hacer declaraciones en este momento mientras se realiza el informe técnico del SEA sobre la evaluación ambiental del proyecto. 

De todas formas, la empresa tiene contemplada una serie de iniciativas para compensar a la comunidad y la comuna, que se vería afectada por la construcción de la central, que se puede consultar en la adenda n°1 del proyecto o en la misma página de la empresa.

Entre las medidas que destaca la compañía, se encuentran la realización de talleres de capacitación para la comunidad, apoyo al desarrollo de la pesca local mediante la construcción de un mercado, y los trabajos de ingeniería para la construcción de un futuro camino que llegue hasta Paso El León. Todos estas iniciativas se desarrollan o se desarrollarán mediante la Fundación de Desarrollo de Cochamó, constituida por Mediterráneo en agosto del año pasado. Además se compromete a conectar a la comuna al Sistema Interconectado Central.

Uno de los criticados por los opositores al proyecto es el alcalde de Cochamó, Carlos Soto (PR), por dar su aprobación a la tercera adenda, luego de rechazar las dos anteriores. Consultado sobre el cambio de parecer de la Municipalidad, el jefe comunal afirma que  “más que convencimiento nos fijamos en la parte técnica y estamos de acuerdo en la parte técnica ya que se están cumpliendo todas la normativas que corresponden”.

Sobre el impacto que generaría la línea de transmisión en el turismo, Soto afirma que “en algo perjudica, pero también estamos sacando del aislamiento al sector cordillerano de Paso El León, a la vez con un nuevo paso fronterizo que abre puertas turísticas para la comuna. Eso ningún gobierno lo iba a hacer porque los recursos son muchos y por la poca cantidad de gente ese camino nunca se iba a hacer”.

Pasos a seguir

Aunque entre los opositores al proyecto ya se da por hecho que la central será aprobada, se están movilizando desde hace tiempo por distintas vías. A fines de enero, vecinas de Puelo, agrupadas en Mujeres Sin Frontera, realizaron una singular protesta en contra del proyecto hidroeléctrico, cabalgando desde Primer Corral hasta Puerto Varas, en una travesía que duró cinco días.

A pesar de esta y otras formas de protesta, quienes están en contra de Mediterráneo están conscientes de que la verdadera batalla empezará cuando eventualmente sea aprobado el proyecto. “La única vía que nos queda ahora es la judicial. Es el camino que vamos a seguir, hasta la última consecuencia”, asegura Rodrigo Condeza. “No estamos en contra de que se genere energía. Estamos en contra de que se genere mal, con una intervención e impacto irreversibles, en una comuna que evidentemente tiene un destino turístico y no hidroeléctrico”, finaliza.

Revisa a continuación imágenes de la zona que se vería afectada, más un mapa de la ubicación del proyecto y la cuestionada línea de transmisión.

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