Lo último que se había dicho del relleno Santa Marta, ubicado en la comuna de Talagante, Región Metropolitana, era que el recinto podría ser reabierto en un 60%, según especulaciones de la Intendencia.
La idea era entregar una solución a un nuevo foco que se había abierto en la polémica: el paro parcial de los recolectores de basura, quienes denunciaron un exceso de su jornada laboral producto del cierre del vertedero. El mismo que se incendió y que tapó a Santiago con una nube maloliente una mañana de enero.
Pero finalmente la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de San Miguel puso fin a la incertidumbre: descartó levantar la prohibición de funcionamiento del relleno. El 22 de enero pasado la misma instancia judicial había suspendido cualquier tipo de trabajo en Santa Marta, a raíz del incendio.
La medida provisional consistía en la prohibición de la recepción de todo tipo de residuos -domiciliarios, hospitalarios e industriales- en el relleno, por lo que la basura debía ser enviada a otros recintos. Algo que se mantendrá tras la decisión judicial.