Catalogadas por sus defensores como “tradición” y “cultura”, las conocidas corridas de toros de España se han convertido en toda una polémica. La razón: activistas repudian el sufrimiento y muerte del animal solo por diversión.
Se trata del espectáculo de masas más antiguo de ese país, el cual se resiste a terminar. Pues bien, ante ello el alcalde de Valencia, Joan Ribó, tuvo una idea: celebrar las corridas a la portuguesa, lo que se traduce en que no se mate al animal al final del show, consiga el medio español El Mundo.
“Hay países que lo están haciendo y me parece que sería importante que en España pudiéramos llegar a un acuerdo en el que los toros no tuvieran ese trato. Cada vez hay más gente que entiende que maltratar a los animales es una práctica que se ha de ir erradicando de la sociedad”, dijo el alcalde.
La contraparte, el famoso torero Enrique Ponce y férreo defensor de “la tradición hispana”, dijo a ABC: “Somos un ejemplo de civismo y estamos orgullosos de ser aficionados a los toros. Que se entere quien deba enterarse. La cultura es lo que el pueblo quiere que sea. El toro y su mundo es cultura. Somos españoles con plenos derechos, españoles de todas la sensibilidades y tendencias. Dejen de utilizarnos como materia de distracción”.