El 4 de junio de 2019, el Gobierno presentó el cronograma correspondiente a la primera etapa de cierre de operaciones de las centrales a carbón de la matriz energética nacional, el cual incluye a las plantas más antiguas, y por ende, a las más contaminantes.
Dentro de este contexto, Enel concretó el cierre de su primera generadora a carbón: la Central Tarapacá, que data de 1999.
Se trata de una planta de 158 MW y que equivale al 25% del total de la capacidad de centrales a carbón que tiene Enel en el país.
Cabe mencionar que el cese de operaciones de dicha central estaba previsto para mayo de 2020. Sin embargo, durante el mismo mes de junio, la filial Gasatacama Chile de Enel Generación solicitó de forma oficial al secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), José Venegas, la autorización para que la compañía procediera al retiro final de la Central Tarapacá con fecha 31 de diciembre de 2019.
Ante este hito, el gerente general de Enel Chile, Paolo Pallotti, destacó que “el cierre de Central Tarapacá es un paso significativo en nuestro camino por liderar la transición de Chile hacia una matriz cada vez más limpia y sostenible. Un paso más en el recorrido que comenzó hace 10 años con una apuesta por las energías renovables en Chile”.
Con el cierre de la Central Tarapacá ya suman tres las plantas a carbón que cesaron sus operaciones en el país, siendo las otras dos de la empresa Engie.
“Este fue un año que para nuestro sector ha estado marcado por la búsqueda de acuerdos y consensos para avanzar hacia una matriz energética más sustentable, primero con el acuerdo público privado que llevó al Plan de Descarbonización de la Matriz Energética, y al reciente anuncio de cuatro nuevas centrales que adelantarán su plan de salida, especialmente en zonas industrialmente saturadas, valoró el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet.
