
Este jueves 8 de mayo es el Día Mundial del cáncer de ovario, un diagnóstico que se ha transformado en la segunda causa de muerte por cáncer ginecológico en mujeres.
Se le conoce comúnmente como una enfermedad “silenciosa” debido a que, en sus etapas iniciales, presenta síntomas sutiles o fácilmente confundibles con otras afecciones más comunes, como problemas digestivos.
Este tipo de cáncer se origina en los ovarios, que son glándulas responsables de la producción de óvulos y hormonas como el estrógeno y la progesterona, y puede avanzar sin ser detectado hasta que ya se encuentra en una etapa avanzada.
Alfredo Núñez, ginecólogo de Clínica Dávila Vespucio aseguró a EL DÍNAMO que “dicha enfermedad es la novena causa de muerte de mujeres en Chile, en Chile 549 mujeres mueren por esto, o sea, dos mujeres al día por esta causa”.
u0022El diagnóstico, lamentablemente, es tardío. No hay un síntoma que nos oriente a que estamos frente a un cáncer de ovarios. Junto a ello, más menos, el 70% de las mujeres están diagnosticadas en estados avanzados. Esto pasa porque los síntomas son inespecíficosu0022, alertó el experto.
Debido a lo anterior, Roberto Altamirano, especialista en Ginecología Oncológica de la Sociedad Chilena de Medicina del Estilo de Vida (SOCHIMEV), señaló que “es crucial fomentar una cultura de autocuidado y conciencia sobre la importancia de los controles ginecológicos anuales”.
“Aunque no existe una prueba específica para detectar el cáncer de ovario en sus etapas iniciales, exámenes como la ecografía transvaginal pueden ayudar a identificar anomalías que requieran seguimiento“, agregó.
“Además, las mujeres con antecedentes familiares de cáncer de ovario o de mama deben considerar asesoramiento genético, ya que las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 aumentan significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad“, dijo Altamirano.
Mitos y verdades sobre el cáncer de ovarios
Desde PositronMed, el médico Horacio Amaral, aclaró ciertos mitos en torno al cáncer de ovarios.
- No presenta síntomas: Los principales son hinchazón abdominal, sensación de saciedad rápida, dolor pélvico o necesidad urgente de orinar son señales de alerta; es importante reconocerlos y asistir a un médico para evaluar estos síntomas.
- Solo afecta a mujeres mayores: Aunque el riesgo aumenta con la edad, puede presentarse también en mujeres jóvenes. Entonces, ante los síntomas persistentes, se requiere una evaluación sin importar la edad. “Si hay antecedentes familiares previos, es importante realizar un chequeo médico anual para descartar la presencia de tumores”, explicó Amaral.
- La quimioterapia es la única opción: Hay otros tratamientos disponibles como la cirugía citorreductora, quimioterapia dirigida, terapias anti‑angiogénicas, inhibidores de PARP y radioterapia metabólica. Todas estas forman un arsenal terapéutico combinado, que mejora sustancialmente la recuperación de las pacientes.