La académica de la facultad de enfermería de la Universidad Andrés Bello, Kareen Berger, afirmó que amamantar a los niños durante al menos seis meses o más puede ayudar a prevenir, entre otros, la dermatitis, alergia a la leche de vaca y los silbidos al respirar.
Debe tenerse en cuenta que el cambio estacional que va de invierno a primavera y de verano a otoño, con bruscos enfriamientos, aumenta la susceptibilidad a diversos alérgenos, expresó la enfermera.
Entre los alérgenos más frecuentes están el polvo, polen, ácaros (que habitan en los peluches, alfombras, cortinas, y otras), las picaduras de insectos, presencia de animales como gatos-perros (principalmente el pelo), alimentos, smog y metales, entre otros.
Estas sustancias, frecuentemente inofensivas, pueden provocar en ciertos casos reacciones importantes del tipo alérgico, existiendo por ejemplo a nivel de piel prurito (o picazón), rash cutáneo (color rojo de la piel), conjuntivitis (inflamación de la conjuntiva a nivel ocular), rinitis (salida de mucosidad de tipo serosa por vía nasal) y estornudos, agregó la profesional.
La especialista explicó que si la alergia es mayor se producirán signos como edema (aumento de volumen) de la cara, extremidades dificultad respiratoria y alteraciones gastrointestinales (nauseas, vómitos, dolor abdominal o diarreas)…