El yoga estimula nuestro cuerpo, relaja nuestra mente, promueve una mejor oxigenación y desintoxicación de la sangre gracias a la respiración, y nos ayuda a dormir mucho mejor. Y además, puede ser muy sexy.
Nuestra vida sexual puede mejorar gracias a la práctica continua no sólo por la flexibilidad y control que nos dará sobre nuestros cuerpos, sino porque no pensaremos en términos de “nuestros cuerpos”, sino de nosotros, de esta maravillosa unidad de energía que somos.
Acá, una galería de posturas de yoga que se integran fácilmente a las prácticas sexuales. Es cosa de echar a volar la imaginación.