“Mujeres, tuiteen sus primeras agresiones. No son solo estadísticas. Comienzo por mí misma: un viejo en un bus me toca y me sonríe; tengo 12 años”. Ese fue el tuit que gatilló no cientos, ni miles, si no cerca de 1 millón de testimonios sobre experiencias de abuso sexual.
La autora de la iniciativa fue la escritora canadiense Kelly Oxford, radicada en Estados Unidos. A los pocos minutos de haber escrito el tuit, la bloguera ya tenía cientos de historias íntimas que relataban cómo un tío, un amigo de un amigo o primo las habían violentado.
Rápidamente surgió la etiqueta #notokay (no está bien) que también usaron hombres contando sus experiencias o bien solidarizando con las víctimas de abuso. Tal fue el revuelo que se generó que, sorprendida, la escritora destacó que 30 millones de personas habían leído su tuit y contribuido a hablar sobre el tema.
Over 30 million people have read or contributed to my Twitter feed since I tweeted #notokay last Friday. pic.twitter.com/EcD0fhH9oM
— kelly oxford (@kellyoxford) 12 de octubre de 2016
El tuit de Kelly Oxford no fue al azar. Había una intención: debatir sobre el abuso sexual y sus víctimas luego que se rebelara información sobre el violento comportamiento de Donald Trump, candidato a la presidencia de Estados Unidos, contra mujeres.
Hace unos días se difundió un video de 2005 en el cual el candidato republicano aparece diciendo groserías sobre las mujeres que desea, y jactándose de hacer lo que quiere con ellas porque es famoso. Más allá de ese hecho, el tuit de la bloguera cruzó todas las fronteras.