“Me voy de vacaciones con mi familia”, indicaba en el aeropuerto Sergio Jadue, renunciado presidente de la Asociación Nacional de Fútbol (ANFP), pese a que los rumores indicaban algo muy distinto. El calerano estaría en Estados Unidos, según El Mercurio, y éste se habría declarado culpable, con la intención de rebajar su condena.
“Jadue tenía tres posibilidades: ir a juicio, declararse culpable, o declararse culpable y cooperar con la investigación. Y eligió la tercera salida, un ‘Cooperation and Guilty Plea Agreement‘ que, en la práctica, permite llegar a un acuerdo para reducir la condena que inevitablemente tendrá y cumplirá allá”, aseguran fuentes que están en pleno conocimiento de la investigación de acuerdo cita El Mercurio.
El dirigente contaría con un abogado en Estados Unidos, y “optó por esa salida porque su condena ahora puede fluctuar entre tres y cinco años con libertad vigilada, o sea, con tobillera. De lo contrario arriesgaba al menos el doble de pena, sin beneficio. Igualmente, Jadue no volverá de ninguna manera a Chile en mayo, como señala su pasaje”.

Además, estas mismas personas descartan que Jadue haya viajado a Estados Unidos como testigo protegido. “No. Testigo protegido es quien presencia un delito y pide protección por temor a que quieres cometieron el delito las emprendan contra él. Y no es el caso”, detallan.
En ese sentido, Jadue no será mantenido por el gobierno de Estados Unidos y no se le cambiará la identidad. “Al declararse culpable y cooperar, Jadue deberá costear todo en Nueva York, desde alojamiento a abogado”, agregan las mismas personas en conocimiento de la causa.
Una vez que fue delatado, el caloerano se vio acorralado por el FBI. Las sospechas apuntarían a uno o varios de las personas que han sido imputadas o extraditados en esta causa. Entre otros: el empresario Alejandro Burzaco -ex ejecutivo argentino de Datisa, empresa que habría pagado sobornos para adjudicarse los derechos de TV y comercialización de cuatro Copa América- el ex presidente de la Conmebol, Eugenio Figueredo y el ex alto directivo José María Marín, brasileño, que habrían recibido coimas.
Las cuentas de Jadue ya fueron incautadas. El camino que habría seguido Jadue, que viajó hace un mes a Estados Unidos para empezar a negociar con los persecutores -voló vía Brasil y regresó por Perú- tendría tres consecuencias: “Primer, la justicia fija cargos y también la condena por dichos cargos; segundo, ya como imputado, Jadue se obliga a prestar cooperación, y tercero, la fiscalía está obligada a aplicar el mínimo de la pena y a no adicionar nuevos cargos”, precisan las fuentes en conocimiento de la investigación.