El delantero Felipe Flores finalmente pudo salvar su casa de un inminente remate ya que llegó a un acuerdo con la concesionaria Blanco y Negro, que administra a Colo Colo, por una deuda que mantenía tras su salida del club.
Según lo informado por La Tercera, pactó el pago del monto en trece cuotas de $5.076.000. Con ello, la propiedad ubicada en Chicureo no será puesta a la venta.
La disputa entre el actual jugador de Deportes Antofagasta y el equipo albo viene desde septiembre de 2016, cuando la concesionaria decidió demandarlo por la no cancelación de un pagaré de US$ 100 mil antes de partir al fútbol mexicano.
“Estoy más tranquilo, naturalmente. La intención siempre fue llegar a un acuerdo, pero las fórmulas no daban. La casa es mi mayor bien y no imaginaba perderla. Habría sido muy duro. Nunca quise tener problemas con Colo Colo, que es el club que me formó y al que le tengo un cariño súper especial“, expresó Flores tras resolver el lío.
El atacante también afirmó que el recién nombrado director, Harold Mayne-Nicholls, fue clave para las gestiones que permitieron alcanzar el acuerdo.