Tras el rechazo de la acusación constitucional a la ministra Cubillos: ¿Cuál debiese ser el foco?
"El país está esperando que se enfrenten los temas que pueden cambiar la vida de miles de niños, niñas y jóvenes. Para ello, es indispensable generar un marco de discusión que haga posible destrabar estos proyectos, con mayor realismo y generosidad de lado y lado".
Por Mariana Aylwin
Lo que viene después de rechazada la acusación constitucional a la ministra de Educación, Marcela Cubillos, dependerá en gran medida de la disposición -tanto del gobierno como de la oposición- para bajar los decibeles.
Por parte del Mineduc, se requiere una mayor claridad respecto de la agenda que quiere priorizar y un mejor manejo político de la misma. Esto, ya que hay proyectos importantes que están detenidos en el Congreso Nacional, tales como la creación de la subvención para los niños de dos y tres años.
En este caso, tras haber sido aprobado en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, la misma Comisión rechazó la idea matriz del proyecto que es la creación de dicha la subvención. El proyecto está desde el 13 de agosto en la Comisión de Hacienda y tuvo suma urgencia hasta el 25 de septiembre. Y por lo tanto, la gestión política que se haga en la Comisión de Hacienda para que se resuelva esta contradicción será fundamental.
También será importante entregar una información adecuada sobre el impacto que tendría si este proyecto fuera rechazado. Se destinaron varias sesiones a discutir sobre el alcance del concepto de subvención versus financiamiento basal. Lo cierto es que hoy existe una diferencia de 30 puntos entre la cobertura de los niños de 2 y 3 años del quintil más alto y el más bajo. Además, existe una discriminación arbitraria respecto de los recursos que reciben Junji ($288.535), Integra ($225.643) y los jardines vía transferencia a municipios y fundaciones sin fines de lucro ($131.116), que atienden al 60% de los niños más vulnerables. Son alrededor de 150 mil niños y niñas que podrían ingresar al sistema de educación inicial. Hay muchas cosas que pueden mejorarse en el proyecto, pero rechazar su financiamiento es inconsecuente con el compromiso con la infancia.
Por su parte, el Senado está discutiendo varias mociones parlamentarias, entre ellas algunas referentes a: evitar el exceso de tareas escolares para la casa; cambiar la forma de presentación de los resultados del SIMCE; terminar con las notas numéricas en el primer nivel de enseñanza básica; y prohibir que se informe de las deudas contraídas para financiar educación.
En tanto, el proyecto de ley para establecer un nuevo sistema de financiamiento estudiantil para reemplazar el Crédito con Aval del Estado (CAE) ingresó en abril de 2018 y continúa sin discutirse en la Comisión de Educación del Senado. Bajo este escenario, la oposición argumenta que hay temas pendientes, como la situación de los estudiantes que no cumplen el plazo establecido en la ley para obtener la Gratuidad, y mientras ello no se resuelva, no avanzará con este proyecto. El gobierno, por su parte, no parece preocupado de seguir esperando.
El país está esperando que se enfrenten los temas que pueden cambiar la vida de miles de niños, niñas y jóvenes. Para ello, es indispensable generar un marco de discusión que haga posible destrabar estos proyectos, con mayor realismo y generosidad de lado y lado. De lo contrario, nos pasará como en la fábula de los conejos perseguidos por los perros y que – en vez de arrancar- se pararon a discutir si eran galgos o podencos…. hasta que los perros los atraparon.
