Grupos de estudiantes y apoderados llegaron durante este fin de semana hasta la sede de la Cámara de Diputados de Italia para protestar en contra del cierre de las escuelas, el que se concretó a partir de este lunes debido al endurecimiento de las medidas restrictivas contra el COVID-19 en aquel país.
Los manifestantes, que pertenecen al colectivo “Prioridad a la escuela”, se mostraron contrarios a la nueva clausura de colegios, la que es parte del “confinamiento blando” impuesto por el Gobierno en varias regiones por el incremento en los contagios con coronavirus detectado durante las últimas semanas.
Cristina Tagliabue, una de las líderes del movimiento ciudadano por la apertura de escuelas, calificó como “vergonzoso” que Italia nuevamente concrete la clausura de las actividades presenciales en los establecimientos primarios y secundarios.
“A diferencia del año pasado no hubo debate sobre posiciones alternativas, una discusión real sobre si cerrar todo o no”, afirmó a Corriere della Sera.
El Gobierno italiano ha buscado abordar el problema entregando ayudas a los padres que no pueden cuidar a sus hijos en sus casas mientras se encuentran en clases a distancia. En lo concreto, se aprobó un paquete de 290 millones de euros para facilitar los permisos parentales retribuidos a quienes tengan que quedarse con sus hijos.
