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19 de Abril de 2018

Director del Museo de Arte Precolombino: “Los medios convirtieron a los indígenas en terroristas. Hoy le temen a los mapuches”

Carlos Aldunate, arquéologo y antropólogo, reflexiona acerca de la relación actual entre chilenos con las culturas indígenas.

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En sus 37 años como director del Museo de Arte Precolombino, Carlos Aldunate ha observado que la relación entre los chilenos con la cultura indígena ha cambiado. Tanto para bien como para mal. Por un lado, hay un interés por rescatar ciertos aspectos, como la gastronomía y la lengua, así como también entender de mejor forma nuestro pasado aborigen, despojándonos de una educación que históricamente se ha encargado de invisibilizarlos.

Sin embargo, Aldunate no pasa por alto el tema mapuche, cooptado por la situación en La Araucanía y constantemente calificado como un problema. “La discriminación a lo indígena está teñida de muchas cosas, porque los medios han convertido a los indígenas en terroristas. Hoy día la gente le tiene miedo a los mapuches”, dice en entrevista con El Dínamo.

Sobre ese miedo motivado por lo desconocido, y que ahora resurge como una aversión a la llegada de inmigrantes latinos, Aldunate apunta al paso del tiempo para acostumbrarse. “Este país ha sido muy isleño, y por lo tanto muy provinciano, cerrado. Entonces claro, un pueblo cerrado le tiene mucho más miedo todavía a esto”, dice.

-En el museo acaban de lanzar un nuevo tarifario rebajado. ¿Cuál fue la reflexión que hicieron para llegar a esta decisión?
-En primer lugar que se hizo un estudio estadístico sobre quiénes visitan el museo, en qué eventos, por nivel etario, sexo, y también los turistas y nacionales. Fue muy fácil entenderlo: los días gratuitos nos llenábamos de gente nacional y los demás días no venían. Nosotros somos un museo privado, no público. Recibimos financiamiento del Estado y de la Municipalidad de Santiago. Un tercio del presupuesto viene de las entradas. Entonces, subimos un porcentaje menor a los extranjeros, para tratar de incentivar a los nacionales. Pusimos un periodo de prueba de 2 meses, sin anunciar, y la verdad es que nos subió el 50% de las visitas nacionales y nos subió un 10% a los turistas extranjeros.

Fachada del museo, ubicado en el centro de Santiago.

-Si se bajó el valor de la entrada ¿cómo pretenden suplir esa plata faltante?
-Se suple con el aumento del valor a los extranjeros y con el aumento de público nacional. Aunque los nacionales pagan 3 veces menos que los extranjeros, vienen mucho más. Con esas dos cosas estamos presupuestando básicamente lo mismo.

-El chileno que no va al museo ¿no lo hace sólo por un tema económico?
-Los museos de la Dibam son todos gratuitos, pero no todos los chilenos van a los museos. El caso del Bellas Artes la gente va porque queda en un lugar fantástico, es un paseo, lo mismo que en la Quinta Normal y el Museo de Historia Natural, es parte del circuito del paseo. La verdad es que corre por otro carril, asociado a la educación.

-¿Cuál es la relación de Chile con su pasado y presente indígena?
-Es mala. Los chilenos recibimos una educación tremendamente negligente en que se olvidó y se invisibilizó toda nuestra historia indígena. Cuando yo era joven la gente ni siquiera sabía que existían indígenas en Chile. Se invisibilizó completamente y esto produjo una especie de gran apatía en el contexto nacional acerca del tema indígena. Luego vinieron las demandas y ahí recién se dio cuenta la gente que hay un problema y lo trató como tal. Mira qué terrible eso, los indígenas son un problema, se le ha llamado el problema indígena, en vez de considerarlo parte de nosotros, de nuestro ADN. En nuestra idiosincracia somos indígenas, en la comida, palabras, en la cultura campesina que es sincrética entre lo indígena y criollo.

-¿Quiénes son los responsables de la invisibilización de la cultura indígena, el Estado, los historiadores, la propia gente?
-La historia del Estado de Chile. Yo le tiraría la culpa a Diego Portales. En 1820-1830 Portales trata de crear, con muy buena visión porque este era un país muy diverso, algo que se llama la identidad nacional, una ideología sobre la nación de Chile. Esto ha sido tan exitoso que ha borrado todas las diferencias que existían en Chile. Hoy se hace el rodeo desde Arica hasta Puerto William, se exportó la cultura campesina del centro de Chile, el rodeo, la empanada, la cueca, lo cantos, a todo Chile y eso borró todas las identidades nacionales. Funcionalmente fue muy práctico eso porque así es mucho más fácil de gobernar un pueblo que es uniforme a uno que es diverso.

Parte de la exposición permanente del museo.

-En México y Bolivia la cultura indígena tiene un lugar central, acá pareciera ser algo poco valorado. ¿Cuál su diagnóstico respecto de otros países?
-Marginalizamos la cultura indígena. Ellos son el centro pero no lo eran antes de la revolución, en el caso de México. Ahí fue cuando se revivieron estas identidades indígenas a fines del siglo XIX recién. Antes nos creíamos europeos todos. En un momento se decía que Chile éramos los ingleses de América, una cosa bastante ridícula, bastaba pasearse por Ahumada para entender que no estábamos en Londres.

-¿El chileno siente interés ahora último?
-Totalmente, esto ha cambiado en los últimos 30 años. Ahora la juventud está entusiasmada con la cosa indígena, con la música, la gente está revalorando la cocina indígena. La quínoa ahora la ven muy sofisticada, otros ven el cochayuyo, otros el merkén. La cosa indígena atrae mucho a la gente joven. La ecología ha funcionado muy afín con lo indígena. Estas cosas han producido una constelación de aspectos que han permeado a la cultura actual y han hecho este especie de revivir.

-¿El tema mapuche está cooptado por la situación de La Araucanía?
-Sin duda alguna. Se hace una asociación inmediatamente como un problema. El mismo gobierno lo ha hecho y el anterior también. En vez de tratar de mirar las causas, se miran los efectos. Si tú luchas contra los efectos no vas a solucionar las causas y se van a seguir produciendo los mismos efectos.

-Este año por primera vez hay una diputada mapuche (Emilia Nuyado Ancapichun), activista de la causa. ¿Cómo se lee ese hito?
-Lo encuentro fantástico. Yo creo que en la nueva Constitución que tendremos algún día va a haber unos cupos reservados para los indígenas. Son parte de Chile, una parte muy importante, son como 1 millón de personas.

Manifestación mapuche en La Araucanía.

-¿Qué es lo que le interesa de manera particular de esa cultura?
-Me interesa la cultura mapuche por ser la más importante de Chile, por ser un admirador de la lengua, que es maravillosa, llena de posibilidades, llena de cosas sofisticadas. Lo que a los antropólogos y arqueólogos nos preocupa es que estas culturas están como a la deriva, son menospreciadas, van desapareciendo un poco. Todos estos pueblos tienen un interés tremendo. La conservación de su cultura es una demasiado importante para la cultura universal porque es la diversidad lo que está en juego.

-Al negar el orígen y vínculo con los aborígenes, al tener un trato discriminatorio con ciertos inmigrantes ¿qué elementos operan en esa lógica?
-Si bien se puede decir eso, que es una generalización que no me gusta hacer, yo diría que son dos discriminaciones bastante distintas. La discriminación a lo indígena está teñida de muchas cosas, porque los medios han convertido a los indígenas en terroristas. Hoy día la gente le tiene miedo a los mapuches, en cambio a los indígenas del norte a la gente les dan lo mismo. Discriminamos a los mapuches de muchas maneras, por ignorancia, porque no sabemos que todos tenemos sangre mapuche, no conocemos lo que pasó con ellos en la época de la Colonia y menos lo que pasó con ellos después de la República. En 1900 fue cuando se produjo el despojo total de los mapuches. ¿Quién sabe eso? Nadie sabe por qué se produjo el despojo ni cómo se hizo.

-Ese mismo desconocimiento y resistencia hacia lo indígena se ve hacia la llegada de inmigrantes latinos. ¿Por qué existe esa aversión?
-Es una cosa económica más que nada, porque vienen a tomar puestos que los chilenos no toman. Tú ves a los inmigrantes tomando puestos de lavar baños, trasladando objetos, entonces la gente les tiene susto. Yo diría que es por un tema del empleo, que es una cosa muy práctica y muy legítima desde el punto de vista del miedo.

-¿Cómo se puede superar ese miedo a lo diferente?
-Tiene que pasar con el tiempo no más. Hace 30 años si tú veías a un negro, te parabas y lo mirabas pasar, era muy raro. Chile particularmente ha sido una especie de isla, que tiene el mar por un lado, la cordillera por el otro, un desierto por el norte y los fiordos australes. Este país ha sido muy isleño, y por lo tanto muy provinciano, cerrado. Entonces claro, un pueblo cerrado le tiene mucho más miedo todavía a esto.

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