Primero fueron los celulares inteligentes, luego los relojes inteligentes. Dichos artefactos irrumpieron en el mercado y revolucionaron la comunicación entre las personas. Pero ahora una nueva tendencia pretende ganar terreno: la ropa. Su premisa es vestir ropa que realmente se pueda lucir, pero sin que nadie detecte que se trata de una prenda inteligente.
La nueva tecnología aplicada al sector textil y de la moda se caracteriza por materiales innovadores, procesos de producción, capacidad de proliferación de datos entre dispositivos, sensores e hiperconectividad. Y por ahora, la empresa surcoreana Samsung es quien lidera en el mercado.
El “smart suit” lidera el ranking. La prenda incluye de dos a tres botones NFC -Comunicación de Campo Cercano en español- que se puede programar para compartir la información con otras personas cuando el celular hace contacto con esos botones. También, mediante el tacto con el botón, se pueden cambiar los estados del teléfono de normal a silencio o que sólo vibre en caso de llamadas o not
En el caso de la camiseta de golf -llamada smart swing- tiene en sus mangas un sensor NFC que puede ser programado para recibir información del clima o abrir aplicaciones de golf, entre otras, al hacer contacto con el logo estampado. Mientras, “samsung welt” es un cinturón capaz de medir el tamaño de cintura, cuánto tiempo se lleva sentado, pasos diarios y las calorías consumidas. En una línea más deportiva, la camiseta “body compass 2.0” posee seis sensores en diferentes partes que monitorean el ritmo cardiaco, masa corporal y la respiración.
