El presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, oficializó ayer finalmente su candidatura a los comicios de abril y mayo próximos argumentando que, en su opinión, no pedir de nuevo la confianza de los ciudadanos en la actual situación de crisis sería como si un capitán abandonara el barco “en plena tormenta”.
En una entrevista concedida a la cadena privada TF1 y emitida en directo en el horario de mayor audiencia de la cadena, el mandatario aseguró que todavía tiene “cosas que decir“.
Aunque había reiterado en las últimas semanas su intención de apurar el plazo de mediados de marzo fijado para anunciar las candidaturas a las presidenciales francesas, Sarkozy indicó que el hecho de que haya comunicado ahora su presencia en la carrera al Elíseo no equivale a un cambio de planes.
Los medios consideran, en cambio, que una razón por la que adelantó su estrategia es la distancia que le separa en los sondeos del socialista François Hollande en la primera vuelta de los comicios el 22 de abril, en la que éste acapararía el 34 por ciento de los sufragios, frente al 26 por ciento de Sarkozy.
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