La revista británica define como errática la decisión del Gobierno de Cristina Fernández de nacionalizar la petrolera YPF. “Una decisión que según la publicación le traería réditos económicos y políticos a corto plazo, no obstante a largo afectará al futuro de una generación entera de argentinos y hará huir a los inversores del país. Ante los ojos del resto del mundo, Argentina ha dejado de ser un país serio”
Primero fue a por las pensiones, después acudió en busca de las reservas extranjeras del Banco Central del país…. la viuda de Néstor Kirchner ha nacionalizado ya más de 30.000 millones de dólares en pensiones privadas y compañías como Aerolíneas Argentinas o Lockheed Martin, según datos de Reuters.
“Desde hace años el Gobierno de Cristina Fernández está mostrando un apetito insaciable por ganar liquidez y sus conciudadanos llevaban preguntándose desde hace tiempo cuándo iba a dar un nuevo paso”, señala The Economist.
Y se agrega que “tuvieron la respuesta ayer, 16 de abril, cuando la presidenta anunció que expropiaba y nacionalizaba el 51% de YPF, que pertenecía a Repsol desde 1999. De la proporción expropiada, el 51% se destinará al Gobierno nacional y el 49% restante, a las provincias productoras de crudo. La presidenta no ha desvelado, de momento, cuánto pretende pagar a Repsol por la operación. “Somos el único país de América, y prácticamente del mundo entero, que no controla sus propios recursos naturales“, señalaba ayer Fernández de Kirchner, haciendo referencia que todas las naciones americanas -salvo México- controlan su producción petrolera”.
La decisión no tardará en tener nefastas consecuencias para el país, concluye The Economist. “Se prevé una huida paulatina de la inversión privada en nuevas prospecciones dado su alto coste de explotación, y probablemente veremos un éxodo de expertos de la industria petrolea, lo que acelerará el declive de la producción doméstica”.
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