La joven inglesa de 17 años, Summer Greg, regresaba a su domicilio proveniente de la casa de su novio, pero eran la dos de la mañana y prefirió ir a dormir en el departamento de su amigo Jay Blades (20) que se encontraba más cerca.
Amy Gaines (21) junto a James Canning (20) estaban en el lugar y lo que parecía ser una velada amistosa terminó de la peor forma. ¿Qué sucedió? Un comentario sobre el desempeño de Amy como madre encendió los ánimos, iniciándose un intercambio de palabras y acusaciones de infidelidad contra el novio de de Summer, quien intentó salir del lugar sin éxito.
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Luego de impedirle su salida, siguieron ocho horas de torturas a la joven, a quien golpearon, hicieron caminar como perro y arrastraron del pelo por las habitaciones del lugar. Las agresiones siguieron con golpes de cadena y palos. Además, una vez que tuvo los ojos ensangrentados, procedieron a rociar con jugo de limón las pupilas de manera de aumentar el dolor.
El sufrimiento llegó a tal nivel que en un momento Summer pensó en saltar desde el octavo para así terminar con las torturas y el dolor al que era sometida.

“Estaba aterrorizada, pensé que no me dejarían vivir. Les supliqué que pararan pero no les importó. Me patearon, me golpearon y me gritaban cosas. En un momento Jay tomó una cadena de su moto y comenzó a golpearme con ella”, comentó la joven al medio inglés “The Mirror”.
“Pensaba, ‘¿qué he hecho para que cambiaran conmigo?’ ‘¿Qué hice para que me hagan tanto daño?’. Jay comenzó a hacer movimientos de artes marciales y dijo que era su deseo de cumpleaños, para probar su habilidad y quedara registrado en fotos y video“, relató la agredida.

El momento más terrorífico, según sus palabras, vendría cuando comenzaron a hablar sobre su muerte y la desaparición del cuerpo. “Hablaban de matarme y cómo iban a conseguir una van para abandonar mi cuerpo en el medio de un camino o quizá lanzarme a un río donde jamás nadie la encontraría“, señaló.
Un calvario que terminó gracias a la incorporación de un cuarto amigo, que había llegado para “deshacerse” de ella, pero que al verla decidió llamar a una ambulancia.

Luego el trío siguió hasta el hospital a Summer, donde le ordenaron que dijera que había sido golpeada en la calle. Estaban en eso cuando una funcionaria del hospital escuchó al grupo hablar de la eliminación de las fotos y los videos de la tortura, por lo que determinó denunciarlos.
En un primer momento los tres jóvenes negaron lo sucedido, pero al final admitieron la golpiza y tortura. Así Gaines y Canning, fueron condenados a cinco años de prisión en una institución de reclusión para jóvenes. En tanto, Blades, fue sentenciado a cuatro años.