La Cámara federal de Argentina desestimó la tesis de suicidio en torno a la extraña muerte del fiscal Alberto Nisman, ocurrida en enero de 2015, justo cuando lideraba una investigación contra la ex presidenta trasandina Cristina Fernández, acusada de encubrir el atentado contra la AMIA el 18 de julio de 1994.
Los jueces aseguraron que su muerte fue una “directa consecuencia de la denuncia que formulara el 14 de enero de 2015 como titular de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado terrorista perpetrado contra la sede de la AMIA”.
Sin embargo, aunque el fallo no menciona directamente a Fernández, sí señala que la razón del homicidio se debió a una denuncia realizada cuatro días antes de ser encontrado muerto en su hogar. Tampoco detalla quiénes son los presuntos culpables del homicidio.
En ese entonces, la presidenta no sólo negó cualquier relación con la muerte de Nisman, sino que apuntó a una tesis de conspiración en su contra, con el fin de desestabilizar su gobierno.
Los jueces ordenaron al juez del caso Nisman a que se concentre en la hipótesis del homicidio “con la celeridad y seriedad que tan grave hecho impone”.
