Secciones
Mundo

Tras el triunfo de Boric, Argentina decide mantener a su polémico embajador

Las declaraciones de Rafael Bielsa provocaron una dura protesta desde el Gobierno argentino y de la Cancillería de Chile.

Boric Argentina embajador

Tras el triunfo de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales, el embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, quien calificó a José Antonio Kast como “antiargentino” y “xenófobo”, fue ratificado en su puesto.

Según indicó Clarín, “en Cancillería no ven razón para removerlo”.  A pesar de sus dichos hacia el candidato republicano, el medio trasandino indicó que la Casa Rosada mantendrá a Bielsa en su cargo porque, opinan, “no hay motivos” para llevarlo a Buenos Aires.

“Sigue en su cargo, como siempre”, dijo una fuente del Gobierno consultada por el diario argentino.

“La de Kast es una derecha rupturista y pinochetista que no teme decir su nombre. A Kast se lo puede comparar con Bolsonaro y  Trump”, afirmó Bielsa tras el resultado de la primera vuelta de las elecciones en Chile, donde el republicano se impuso con el 28,02% de los votos.

Sus declaraciones provocaron  una dura protesta desde el Gobierno argentino y la Cancillería de Chile.

Gabriel Boric, por su parte, señaló en aquella oportunidad que “no corresponde que un embajador intervenga en la política interna de un país”.

Luego de los resultados de este domingo, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, felicitó el triunfo de Gabriel Boric y añadió que trabajarán unidos para poner fin a la desigualdad.

“Quiero felicitar a Gabriel Boric por haber sido elegido presidente del querido pueblo de Chile. Debemos asumir el compromiso de fortalecer los lazos de hermandad que unen a nuestros países y de trabajar unidos a la región para poner fin a la desigualdad en América Latina”, escribió el mandatario trasandino en sus redes sociales.

Notas relacionadas







La envidia del barrio

La envidia del barrio

Defender el saludo, el reconocimiento y el traspaso ordenado no es defender a un gobierno ni a una coalición. Es defender una idea de país donde el poder es transitorio, las instituciones permanentes y la democracia algo más que un resultado electoral. Tal vez por eso, en medio de un vecindario convulsionado, Chile sigue siendo —cuando honra estas prácticas— la envidia del barrio.

Foto del Columnista Julio Sánchez Julio Sánchez