Con un fuerte apretón de manos, Donald Trump y Kim Jong Un se saludaban en la zona desmilitarizada que separa Corea del Norte con la del Sur, donde el republicano se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en poner pie en territorio norcoreano. Era 2019, un momento en que ambos líderes mantenían una sólida relación, la cual se ha ido desgastando con el tiempo.
Y es que durante esta jornada, el régimen norcoreano advirtió que las maniobras conjuntas entre Corea del Sur y el país norteamericano representan una “provocación militar directa“, reivindicando su “derecho soberano a defenderse” en caso de sobrepasar límites. Una práctica recurrente por parte de los asiáticos, que se ha repetido cada vez más contra Estados Unidos.
Hace unas dos semanas, la subdirectora del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea del Norte y hermana Kim Jong-Un, Kim Yo Jong, hacía patente la nueva realidad con Estados Unidos: “Es importante recordar que 2025 no es 2018 ni 2019“. Los esfuerzos de Washington por controlar la proliferación nuclear de Pyongyang, además de sus apoyos opuestos en la guerra entre Rusia y Ucrania han mellado una relación que si bien no es mala, está muy lejos de su apogeo.
En ese sentido, el ministro de Defensa norcoreano, No Kwang Chol, aseguró que las “maniobras de guerra“, que se desarrollarán del 18 al 28 de agosto, “muestran la postura de confrontación militar contra Corea del Norte” de los dos socios. Seúl y Washington, por su parte, niegan que la iniciativa tenga una intención bélica.
Asimismo, el ministro recalcó que esta “amenaza real” en forma de maniobras tendrá “un efecto bumerán” y llevará a la zona a “una situación menos segura“, según recogió la agencia de noticias sur surcoreana Yonhap.
Con nulos avances en las pocas reuniones que ambos países han mantenido, Corea del Norte ha mantenido su programa nuclear intacto, mientras que Estados Unidos sostiene las sanciones que han aislado a los norcoreanos en los mercados internacionales. Abandonadas en un un punto muerto, Pyongyang y Washington parecen alejarse diplomáticamente cada vez más.