Durante la madrugada de este miércoles, Uruguay dio el primer paso para la regularización de la eutanasia, luego de que la Cámara de Representantes aprobara por mayoría el proyecto de ley Muerte digna. Se trata de una iniciativa que lo convertiría en el segundo país sudamericano en aprobar esta legislación.
Luego de un debate que inició en la mañana del martes y que se prolongó por más de 12 horas, 64 diputados alzaron su mano para votar a favor, mientras que 29 lo hicieron en contra. De esta manera, el proyecto fue aprobado y ahora deberá ser tratado por la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores, la cual está conformada por nueve legisladores.
En caso de superar dicha instancia, el proyecto pasará al pleno de la Cámara Alta para ser votado. Si logra la aprobación por parte de ambas cámaras, pasará a manos del Poder Ejecutivo para su promulgación.
El proyecto en Uruguay busca garantizar el derecho a “transcurrir dignamente el proceso de morir” mediante la despenalización de la eutanasia para mayores de edad psíquicamente aptos que atraviesen la etapa terminal de enfermedades consideradas incurables e irreversibles o que padezcan por ellas “sufrimientos insportables“.
Uruguay seguiría así los pasos de Colombia, que es el único país sudamericano que ha aprobado la eutanasia, en el año 1997, en una región donde el debate avanza de forma desigual. No obstante, recién en 2015 se realizó la primera muerte asistida legal en dicha nación, 18 años después de haber sido despenalizada por su Corte Constitucional.
El proyecto de eutanasia en Chile
En Chile el proyecto de eutanasia lleva ya 14 años tramitándose en el Congreso, luego de que en junio de 2011 fuera ingresado por primera vez. La iniciativa lleva por nombre Proyecto de ley sobre el derecho a optar voluntariamente para recibir asistencia médica con el objeto de acelerar la muerte en caso de enfermedad terminal e incurable.
Su última actualización ocurrió a inicios de junio de este año, cuando el gobierno de Gabriel Boric presentó una serie de indicaciones, como la eliminación de la inclusión de derecho a los cuidados paliativos y a recibir atención espiritual conforme a la religión del tratado.
Boric había anunciado en la Cuenta Pública de 2024 que iba a poner urgencia e impulsaría el proyecto, sin embargo, el trámite no ha registrado avances significativos. Actualmente, se encuentra en la Comisión de Salud del Senado.