Por primera vez en su historia, Bolivia vivirá una segunda vuelta en sus elecciones presidenciales. En un sorpresivo resultado, el senador Rodrigo Paz se erigió como ganador de la primera vuelta, asegurando que buscará cambiar el modelo económico que ha desarrollado el país durante 20 años de gobiernos de izquierda.
Asimismo, el político indicó que esperaba que el Parlamento “nos ayude a cambiar este modelo económico que trabaja para el Estado y no para los bolivianos”, dijo ante sus simpatizantes en La Paz.
De carácter centrista y renovador, su avance al balotaje desvaneció las expectativas de un claro triunfo de la derecha. “Hemos clasificado a una final. Aún no hemos ganado nada“, agregó.
Ninguna encuesta ponía a Paz en una posible segunda vuelta. De hecho, a solo una semana de las elecciones, las predicciones en Bolivia lo ubicaban entre el tercer y quinto puesto de preferencias. “Esta es una señal de cambio, y esa señal de cambio es la grandeza del pueblo boliviano que quiere otro destino”, aseguró.
En frente tendrá a Jorge Quiroga, ex presidente boliviano entre 2001 y 2002. De un carácter conservador y de derecha, el antiguo mandatario ha coincidido con Paz en abogar por un recorte al gasto público, siendo su gran fuerte su experiencia política previa en el cargo. Esta fue la tercera vez que se presentaba a unas elecciones presidenciales.
Las elecciones presidenciales de este domingo fueron las primeras desde 2002 que no contaron con la presencia de Evo Morales o un sucesor elegido por él en la papeleta. La impopularidad del presidente saliente, Luis Arce, del MAS —el partido político de Morales—, hizo que decidiera no presentarse.
En un acto inédito para la política boliviana, la segunda vuelta se llevará a cabo el próximo 19 de octubre, dejando al ganador con el reto de inaugurar un nuevo ciclo político frente a una de las peores crisis económicas de las últimas décadas en el país sudamericano.