La Comisión Pontificia para la Protección de Menores del Vaticano denunció esta jornada que el manejo deficiente de los casos de abusos sexuales por parte de líderes de la Iglesia Católica sigue causando un “daño continuo” a las víctimas en su segundo informe anual.
El documento critica duramente a sectores de la Iglesia en Italia y África por no implementar políticas efectivas de protección infantil. También cuestiona la falta de transparencia del Vaticano y señala que los sobrevivientes suelen percibir a las autoridades eclesiásticas como “faltas de sensibilidad”.
“Debemos volver a enfatizar que el patrón de décadas de mal manejo de los informes por parte de la Iglesia, que incluye abandonar, ignorar, avergonzar, culpar y estigmatizar a las víctimas/sobrevivientes, perpetúa el trauma como un daño continuo”, afirma el informe.
El texto propone medidas de reparación, incluyendo apoyo psicológico y financiero, disculpas públicas y privadas, y reformas profundas en los procedimientos de denuncia. También incluye testimonios de víctimas que denuncian “negación y rechazo” por parte de obispos, “represalias” tras las denuncias y una “fuerte resistencia a las reformas de protección“.
Una de las principales recomendaciones del informe es que el Vaticano comunique públicamente las razones detrás de la renuncia o destitución de obispos vinculados a casos de abusos o negligencia, en lugar de limitarse a anunciar su salida sin más detalles.
La comisión, liderada por el arzobispo francés Thibault Verny y con participación de expertos internacionales, también advirtió sobre la falta de compromiso en países como Guinea Ecuatorial, Etiopía y Kenia, donde persisten obstáculos culturales y ausencia de protocolos claros.
Finalmente, se criticó al Dicasterio para la Evangelización por no contar con los recursos necesarios para evaluar adecuadamente a los candidatos a obispos. El Papa León XIV, elegido en mayo, ya había señalado la necesidad urgente de “inculcar una cultura de prevención que no tolere ninguna forma de abuso“.