El Papa León XIV y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, presidieron en la Capilla Sixtina en el Vaticano la oración ecuménica dedicada a la protección del medioambiente donde participan el Rey y la Reina del Reino Unido, Carlos III y Camila, en un evento histórico que se lleva a cabo casi 500 años después de la reforma anglicana.
El monarca británico, vestido con un traje azul, y su esposa, con un vestido negro y velo, se sentaron a la izquierda del altar, a un lado del Sumo Pontífice y el arzobispo, que ocuparon la parte central, a los pies de la pintura El Juicio Final. El papa se encargó de presidir la oración junto con Cotrell, quien será reemplazado en enero por la arzobispa de Canterbury, Sarah Mullally.
Antes del acto, los reyes con el líder de la Iglesia Católica se reunieron en privado durante cerca de 45 minutos en la Biblioteca apostólica. El Rey Carlos le entregó a León XIV una fotografía de plata y un ícono de San Eduardo, el Confeso, mientras que el pontífice le donó una versión a escala del mosaico del Cristo Pantocrátor de la Catedral Normanda de Cefalú, en Sicilia, desarrollada en los talleres del Vaticano.
La inédita ceremonia que juntó el rezo de un monarca del Reino Unido y un Papa después de casi 500 años tenía como trasfondo acortar distancias entre anglicanos y católicos. Una vez finalizada, Carlos y León caminaron juntos hasta la denominada Sala Regia, donde se reunieron con representantes de iniciativas de sostenibilidad. Además intercambiaron árboles y orquídeas.

¿Qué rompió las relaciones entre anglicanos y El Vaticano?
En 1530, Enrique VIII decidió romper relaciones con la Iglesia Católica luego de que se le negara la disolución de su matrimonio con Catalina de Aragón para poder casarse con Ana Bolena.
En aquel entonces, el Papa Clemente VII se negó a conceder la anulación y en 1534, Enrique promulgó el Acta de Supremacía, declarándose Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra, lo que rompió lazos con el papa y originó a la Iglesia Anglicana. Recién en el marco de la Primera Guerra Mundial, en 1914, las relaciones entre ambos estados se retomaron. Y en 1982 se estableció en forma una embajada de Reino Unido en El Vaticano.