El alto el fuego peligra. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ordenó este martes al Ejército ejecutar “ataques contundentes en la Franja de Gaza“, luego de que Hamás entregara a las autoridades israelíes restos humanos que, tras un examen forense, resultaron pertenecer a un rehén cuyo cuerpo ya había sido recuperado en 2023. Los bombardeos fueron reanudados.
La orden se adoptó en una reunión de emergencia con su gabinete de seguridad y, según informó la oficina del primer ministro, busca responder con fuerza a lo que el Gobierno considera una “provocación inaceptable”. Una vocero oficial advirtió que “Israel tomará medidas” tras la entrega errónea de los restos, los cuales, según el Ejército, fueron “falsamente enterrados en un hoyo” por el grupo islamista.
Durante la jornada, se registraron nuevos enfrentamientos en Rafah, en el sur del enclave palestino. Un oficial militar israelí citado por la agencia EFE señaló que las tropas respondieron con fuego de artillería y bombardeos a supuestos miembros de Hamás en esa zona.
Testigos locales reportaron disparos de tanques israelíes y ataques aéreos en el este de Rafah, aunque aún no se confirma el número de víctimas. El número podría aumentar en las próximas horas tras la decisión de Netanyahu de realizar ataques por la polémica en la entrega de restos de rehenes.
La tensión en la frontera sur de Gaza ha escalado en las últimas semanas. El pasado 19 de octubre, una presunta escaramuza entre una unidad policial de Hamás y soldados israelíes en Rafah derivó en una serie de bombardeos que, según fuentes médicas gazatíes, causaron la muerte de más de 45 personas.
Pese a la intensificación de las operaciones militares, el Gobierno israelí ha insistido en que el alto el fuego acordado con mediación internacional “sigue en vigor”. Sin embargo, la nueva ofensiva ordenada por Netanyahu amenaza con desatar una nueva ola de violencia en la Franja, en un contexto en que los esfuerzos diplomáticos por mantener la tregua parecen cada vez más frágiles.