Tras la paralización dos zonas del proyecto que Barrick Gold construye en la cordillera de la Región de Atacama por “contravención al reglamento de seguridad minera”, a finales de octubre pasado, la empresa anunció que retomará las obras durante el primer semestre de 2013, con miras a tener el proyecto completo en marcha el segundo semestre de 2014.
En ese momento se comenzó a implementar un plan de acción con medidas adicionales enfocado en la prevención de potenciales riesgos y el efectivo control de polvo con el fin de presentar un nuevo informe al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), con el que se espera tener luz verde para continuar con el proyecto.
Rodrigo Jiménez, vicepresidente de asuntos corporativos, y Robert Mayne-Nicholls, director general de operaciones, aseguraron al Diario Financiero que “hay ciertas obras que se han paralizado, que tienen que ver con el pre stripping (extracción de rocas sin valor comercial que cubren las reservas minerales) y el movimiento de tierras, pero seguimos avanzando en la construcción de otras obras que no tienen relación con este punto en particular, tanto en el lado chileno, como en el argentino. Hay un nivel de progreso bastante importante”.
El proyecto ubicado en la frontera de Chile con Argentina, ha sido cuestionado por el impacto ambiental que podría provocar en la zona, principalmente por la cercanía del yacimiento con seis glaciares, que podrían ser afectados por el polvo contaminante que conlleva la explotación de minerales.
