Cometieron un error

No creo que la “decepción” sea la palabra que lo describa, sino la indignación. Los últimos escándalos, son parte de una misma película: “la corrupción nacional”. A pesar de que una persona puede ser inocente hasta que se demuestre lo contrario, también sabemos que aunque se demuestre esa culpabilidad, la maraña política es demasiado grande y transversal para que se ejerza “justicia” sobre ella.

Hace algunas semanas -y más allá de que hoy su situación se haya agravado aún más- vimos a Pablo Longueira excusarse por haber recibido más de 730 millones de pesos de SQM por incidir en una ley y luego afirmar que es un hombre honesto. ¿Con quién? ¿Con el partido, con Contesse o con la Ley de Royalty? Pero no con quienes “confiaron en él” y le entregaron su respeto. La UDI, sin ir más lejos, perdió a un personaje histórico para los tiempos de hoy y la realidad no se ve turbia, sino que expuesta.

MEO, por su parte, está siendo cuestionado por utilizar un avión privado en plena campaña presidencial y por un viaje a Brasil con ejecutivos de la constructora OAS, la misma que hoy es investigada en dicho país por la corrupción que afecta al ex presidente Lula. En rigor, lo que vemos, es una lista interminable de rostros en el Congreso, el gobierno y la directiva de los partidos (y me refiero a todos los partidos), quienes intentan convencer a la gente que -cito- “solicitar contribuciones a las empresas es legal”. Sabemos que así se financian, pero es la forma en que se hace y se oculta, lo que molesta.

Es el Chile que estamos viviendo: un país que se ha descubierto corrupto a sí mismo. No pasa un día sin que los medios saquen a la luz un nuevo caso de uso “indebido” de fondos. Para nosotros, los espectadores, resulta un show que nos hace perder la fe en la imagen que se había proyectado al mundo.

Probablemente estas cosas siempre ocurrieron, pero hoy tenemos las herramientas no solo para descubrir y exponer estos casos. Pues, las redes redes sociales, nos ayudan a comprender y a criticar con fuerza algún hecho ilegal.

La sociedad está indignada y la solución no está en justificar a los políticos de hoy, sino a cuestionarnos cómo llegamos a este punto. Urge buscar una nueva vía para el país, y no basándonos en si soy de izquierda o derecha, sino en si quiero lo mejor para la sociedad, de manera transversal y más allá de las obsoletas banderas partidistas.

¿Cuál es el marco en que actúan los representantes de hoy? Bueno, Bachelet intenta alivianar la imagen de Cristián Riquelme diciendo que “pudo haber cometido un error”. Me pregunto si esa “falla” a la que se refieren los políticos, son las acciones que cometieron, o el hecho de que los hayan “pillado”.