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Cómo colabora el diseño de la ciudad con el sexismo

“Estos puntos obligan a las mujeres a realizar recorridos más extensos y destinar un mayor tiempo de desplazamiento, a limitar sus horarios de circulación o a tomar precauciones adicionales sólo por ser mujeres”.

En el contexto de las movilizaciones por una educación no sexista y del inminente cambio cultural en favor de una sociedad cada día más igualitaria, es posible mirar a nuestro alrededor y evidenciar que el diseño de nuestras ciudades y sus espacios públicos, no son más que una réplica de esas desigualdades.

El diseño del espacio público, debe hacerse cargo de minimizar el riesgo para quienes hacen uso de la ciudad, evitando generar puntos que favorezcan el actuar de abusadores. Estos puntos obligan a las mujeres a realizar recorridos más extensos y destinar un mayor tiempo de desplazamiento, a limitar sus horarios de circulación o a tomar precauciones adicionales sólo por ser mujeres.

El desafío sigue siendo cultural, formar nuevas generaciones de profesionales capaces de pensar y diseñar el espacio público de forma inclusiva, abordando desde la Arquitectura del Paisaje una perspectiva integral, racional y sensible, considerando de forma dinámica no sólo variables ambientales, sino que también humanas en toda su magnitud, cuestionando nuestras propias propuestas para dar a luz una nueva forma de hacer ciudad.

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Foto del Columnista Julio Sánchez Julio Sánchez