El vaso medio lleno
La crisis de natalidad que desde hace años vivimos en Chile se explica porque los chilenos cada vez tienen menos hijos y también ha disminuido el número ideal de niños que se quiere tener.


Constanza Schneider
Investigadora de contenidos del Instituto Res Pública y presidente de Siempre por la Vida.
La Encuesta Bicentenario UC del 2024 nos da luces sobre la opinión pública respecto a ciertos temas valóricos y sobre la familia. Parece ser que la sociedad chilena se ha liberalizado en relación a ciertos temas como el matrimonio y la paternidad. Esto se suma a cifras preocupantes en relación a la creciente aceptación de prácticas como la eutanasia.
La crisis de natalidad que desde hace años vivimos en Chile se explica porque los chilenos cada vez tienen menos hijos y también ha disminuido el número ideal de niños que se quiere tener. Más preocupante aún es que el 22% de los jóvenes entre 18 y 24 años manifestaron que no quieren tener hijos.
Pero no todo es negativo. Una buena noticia es que sólo el 26% de los chilenos está de acuerdo con el aborto libre. A pesar de que el Gobierno del presidente Boric y sus aliados políticos y en la sociedad civil insisten en presentar un proyecto de aborto libre en Chile, porque supuestamente se trata de una prioridad y necesidad para la mayoría de los chilenos, los números no dicen lo mismo: gran parte de la población no cree que se deba retroceder hacia un aborto sin causales.
Desde Siempre por la Vida hacemos dos llamados. Primero, que el Congreso Nacional escuche la voz de los ciudadanos y que los diputados, como representantes de los chilenos, voten en contra del proyecto de ley de aborto libre que presente el Gobierno. Segundo, que la gran mayoría de las personas que estamos en contra del aborto libre hagamos valer nuestra opinión con los diputados y senadores en el Congreso, para que los proyectos meramente ideológicos del Gobierno no prosperen a costa de miles de niños por nacer.