Alberto Mayol (36), sociólogo de la Universidad de Chile, licenciado en Estética y magíster en Ciencia Política, se abrió un espacio en la agenda pública a fines del año pasado, cuando fue invitado como orador al Encuentro Nacional de Empresarios (Enade) en su calidad de asesor de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech).
Allí, frente a lo más top del empresariado criollo, Mayol entregó un crudo diagnóstico del país, convirtiéndose en la revelación de un evento en el que, como nunca, los asistentes terminaron escuchando lo que no querían oir: que el modelo del que tanto se enorgullecen, había fracasado.
Hoy, frente al movimiento de desde Aysén mantiene en jaque al gobierno, Mayol esboza un análisis que apunta al mismo trasfondo. Para él la crisis en la XI Región es mucho más que el alto precio del combustible, la precariedad de la salud o la falta de universidades.
En su opinión, bajo el petitorio de los ayseninos subyace un reclamo profundo y sentido, que ni el gobierno ni la clase política han querido reconocer. Allí, dice, hay un llamado de atención tras varios años de ser ignorados y una nueva evidencia de que los conflictos no son aislados, de que el poder ciudadano se ha cuadruplicado en el último año, y de que el desplome del modelo ya ocurrió.