Aunque la discusión en torno al matrimonio entre personas del mismo sexo está lejos de acabar, varias multitiendas locales han decidido adelantarse a los legisladores, ofreciendo a las parejas gay la posibilidad de inscribir sus listas de novios.
Los pioneros fueron Ripley, en el año 2007. En esa fecha, la empresa aceptó que una pareja compuesta por dos hombres inscribiera su matrimonio, pese a que sólo se trataba de una unión simbólica, la que más tarde sería legalizada en España, consigna la revista Qué Pasa.
Otras dos grandes firmas del retail, Paris y Falabella, siguieron la misma tendencia en los últimos meses, permitiendo la inscripción de parejas gay. Mientras en Falabella se pide acreditar que la unión se efectuó en algún país donde se encuentre establecido el matrimonio igualitario, en París no se exige ese trámite, aceptando uniones simbólicas realizadas en Chile.