La directiva de la UDI, encabezada por su presidente, el senador Hernán Larraín, ingresó al Anexo Capitán Yáber (dependiente de la Cárcel de Alta Seguridad) cerca de las 8:20 de esta mañana, varios minutos antes del horario oficial de visitas a quienes están cumpliendo penas privativas de libertad o, como es el caso del desaforado senador Jaime Orpis, en prisión preventiva.
Orpis, tras una extensa batalla judicial, comenzó su proceso judicial en el caso Corpesca –donde se le investiga por cohecho, eventuales delitos tributarios y fraude al estado– terminó preso en tanto esté en curso la investigación por este caso, de acuerdo definió la Corte de Apelaciones de Santiago la semana pasada.
“Está en el peor momento de su vida, que es cuando la amistad y la solidaridad es necesaria. Jaime Orpis es amigo nuestro. No es un peligro para la sociedad, las medidas son absolutamente desproporcionadas”, manifestó a Radio Bío-Bío Larraín, cuando iba saliendo del recinto penal, cerca de las 9:10 de la mañana.
En conferencia de prensa, junto al senador Juan Antonio Coloma y el hijo diputado de éste, la legisladora Claudia Nogueira y Javier Macaya, el senador Larraín agregó que si Orpis “ha cometido errores, no merece este trato, que es un trato desigual, ya que hay personas en situaciones similares y ni siquiera está siendo objeto de investigación”.
En ese momento, el legislador recordó la situación por la que pasó el ex ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Jorge Insunza, el que debió dejar su cargo cuando se reveló que éste prestó asesorías a empresas mineras mientras encabezaba la comisión del ramo. “No hay igualdad de trato. Tratar a una persona con la trayectoria y el celo que ha trabajado… cuando él ha manifestado que puede colaborar para que se esclarezca todo… todo esto hace la situación muy injusta para él y nosotros solidarizamos con este sentir”.
“En este país lamentablemente este tipo de medidas se dan para que la gente opine, que es una pena, que es un caso juzgado. Aquí hay una medida preventiva y se toma como pena anticipada. Este tipo de situaciones debería ocurrir ante personas que son un peligro para la sociedad. Este no es el caso”, indicó Larraín, el que precisó que conversó con Orpis cosas más personales, y que asistieron no solo como ex correligionarios, sino como amigos.
