Secciones
País

El mensaje de Ezzati en Te Deum Ecuménico: "Respeto por la vida desde la concepción a la muerte"

En cuanto a la discusión sobre el fin de las AFP, recalcó que “deseamos pensiones dignas para los jubilados, acogida integración para los numerosos inmigrantes y trato justo y fraterno para los pueblos originarios de nuestro país”.

El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, encabezó el tradicional Te De Deum Ecuménico en la Catedral Metropolitana, donde centró sus palabras en la despenalización del aborto, las pensiones, la educación y los casos de corrupción en la política y empresariado.

Así, sostuvo que “aspiramos a una educación de mayor calidad para todos y especialmente para lo más carenciados, anhelamos mejorar el mundo laboral, aumentando empleos de calidad y logrando salarios más éticos. Aspiramos a que nuestros adultos mayores puedan vivir con mayor dignidad y que nuestros niños puedan desplegar sus alas para volar alto en la vida”.

En cuanto a la discusión sobre el fin de las AFP, recalcó que “deseamos pensiones dignas para los jubilados, acogida integración para los numerosos inmigrantes y trato justo y fraterno para los pueblos originarios de nuestro país”.

Pero centró sus principales dardos al proyecto que despenaliza el aborto en tres causales, señalando que “desde lo más profundo de nuestra conciencia de hombres y mujeres que buscan unir fe y razón, esperamos que crezca el debido reconocimiento y respeto al derecho de la vida, desde la concepción a la muerte natural”.

En cuanto a la corrupción en política y los casos de colusión en el empresariado, el prelado sostuvo que “vivimos una época marcada por un severo espíritu crítico. El escrutinio público es riguroso y las exigencias son cada día más altas. Muchas cosas que décadas atrás se toleraban, se consideraban normales o se pensaba que eran una fatalidad, hoy felizmente se consideran inaceptables”.

Notas relacionadas







La envidia del barrio

La envidia del barrio

Defender el saludo, el reconocimiento y el traspaso ordenado no es defender a un gobierno ni a una coalición. Es defender una idea de país donde el poder es transitorio, las instituciones permanentes y la democracia algo más que un resultado electoral. Tal vez por eso, en medio de un vecindario convulsionado, Chile sigue siendo —cuando honra estas prácticas— la envidia del barrio.

Foto del Columnista Julio Sánchez Julio Sánchez