Lejos son los días en que Marco Enríquez-Ominami se convertía en un fenómeno electoral tras irrumpir en las presidenciales del 2009.
Y es que dicha votación, el entonces díscolo diputado independiente -luego de su bullada renuncia al PS por no realizar primarias presidenciales y elegir a Eduardo Frei como su abanderado, lograba un destacable 20% que hacía pensar en que podría ser una carta real cuatro años después.
Sin embargo, este porcentaje no pudo repetirse ni menos incrementarse en las presidenciales del 2013, donde ME-O, ya de la mano del Partido Progresista, obtuvo un 10,99% y superando un escaso margen a Franco Parisi, quien sacó 10,11%.
Pero los resultados de estas elecciones 2017 terminaron por confirmar la “muerte” de la opción presidencial de Enríquez-Ominami, donde obtuvo apenas un 5%, siendo superado entre otros por Carolina Goic y José Antonio Kast.
