Secciones
País

Jueces hacen llamado a facilitar voto a quienes no estén condenados a pena aflictiva

El gremio de jueces recordó que en el artículo 13° de la Constitución se establece: “Son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido 18 años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva. La calidad de ciudadano otorga los derechos a sufragio”.

La Asociación de Magistrados hizo un llamado al Ministerio de Justicia, al Servicio Electoral (Servel) y a Gendarmería a buscar los mecanismos que permitan que las personas que estén privadas de libertad y que estén condenadas a menos de tres años de pena aflictiva puedan ejercer su derecho a voto en las próximas elecciones presidenciales.

Mediante un comunicado, el gremio de jueces recordó que en el artículo 13° de la Constitución se establece: “Son ciudadanos los chilenos que hayan cumplido 18 años de edad y que no hayan sido condenados a pena aflictiva. La calidad de ciudadano otorga los derechos a sufragio, de optar a cargos de elección popular y los demás que la Constitución o la ley confieran”.

Con este resguardo constitucional, por lo tanto, todas aquellas personas privadas de libertad, cuyos procesos están en tramitación sin condena aún, mantienen su calidad de ciudadanos y su derecho a sufragio permanece intacto. “Tal derecho ciudadano, garantizado constitucionalmente, ha sido por lo demás reconocido por la Corte Suprema en fallos recientes”, recordó la Asociación de Magistrados.

“Estimamos necesario hacer un llamado especialmente a esas autoridades a posibilitar y facilitar su ejercicio por quienes que no están en posición de ejercerlo por sí mismos, atendida su situación de privación de libertad”, agregó el gremio.

Notas relacionadas










No creo en el mejor disco del año

No creo en el mejor disco del año

Dicho eso no pretendo evangelizar a nadie. No vengo a dictar cátedra ni a levantar un tótem. Simplemente me animo, en este momento del año tan dado a los balances, a hablar de un disco. No el disco. Mi disco. El que, sin avisar, fue compañía, refugio y espejo. En mi caso, ese viaje personal tuvo nombre propio: Twilight Override, de Jeff Tweedy.

Foto del Columnista Mauricio Jürgensen Mauricio Jürgensen