En esta zona, a 35 km de la capital, se respira la chilenidad todo el año. Es la tierra donde vivió la familia Carrera -con sus integrantes claves para nuestra Independencia-, aquí se continúa con la producción de loza policromada que se remonta al siglo XIX y, también, se encuentra un restaurante de cocina criolla donde la estrella es un tradicional pastel de choclo en masa. Y, si tienen suerte, pueden ver a una hechicera volando en su escoba.