Un cultivo de droga detectado en la comuna de Longaví, Región de Maule, fue lo que llamó la atención a la fiscal jefa de Linares, Carola D´Agostini, y al equipo de la Brigada Antinarcóticos de la PDI. Se trataba de un cultivo con supuestos fines medicinales pero tenía otro destino.
“Ellos tenían un cultivo ilegal de cannabis sativa, una vez que cosechaban la droga y la trasladaban a Santiago desde donde la distribuían bajo una figura ficticia de entrega para tratamientos médicos, cuestión que no era real. Nosotros trabajamos con técnicas que permite la ley 20.000 y se estableció que era una negocio con fines de lucro”, afirmó la fiscal D’Agostini, especialista en delitos de drogas.
De esta forma, tras varios meses de diligencias se pudo establecer el modo operandi de este grupo de siete personas, entre ellas un profesional médico que extendía recetas.
Todos fueron detenidos en allanamientos practicados a una casa en la comuna de Vitacura y tres locales comerciales ubicados en San Antonio, Huérfanos y Merced en Santiago.
La diligencia permitió incautar 75 litros de marihuana líquida de alta concentración y pureza, armas de fuego, 20 kilos de la misma droga ya elaborada y una serie de productos de fantasía del alucinógeno.
La fiscal D´Agostini también informó que “se formalizó por delitos de tráfico de droga, cultivo ilegal de cannabis sativa y además por asociación ilícita. A propósito de los antecedentes que teníamos le solicitamos al tribunal de garantía que decretara la prisión preventiva de los siete imputados”.
El tribunal acogió cada uno de los argumentos del Ministerio Público y desechó los entregados por 3 abogados particulares a cargo de la defensa, por lo que dispuso la prisión de la totalidad de los involucrados en estos hechos.
