Un año de la desaparición de la dirigenta mapuche y defensora ambiental Julia Chuñil se cumplió este fin de semana, y muchas de las incógnitas que rodean este caso todavía no tienen respuesta.
La mujer, que el pasado 16 de julio habría cumplido 73 años de edad, permanece sin ser ubicada desde el 8 de noviembre de 2024, cuando se le perdió la pista en la comuna de Máfil.
De acuerdo con las versiones difundidas por su entorno, ese día la mujer salió de su hogar con destino al predio Reserva Cora Número Uno-A, donde buscaría a unos animales que se habían extraviado. La acompañaba su perro Cholito y, desde ese momento nadie volvió a verla.
Las incógnitas en la desaparición de Julia Chuñil
Dos días más tarde, Jeannette Troncoso Chuñil, hija de la dirigenta, presentó una denuncia por presunta desgracia en la 2ª Comisaría de la comuna ubicada en la Región de Los Ríos.
Una de las primeras incógnitas que surgieron en torno a la desaparición de Julia Chuñil se vincula a una amiga que se estaba quedando en su casa, algo que los hijos confirmando cuando llegaron a la casa de su madre buscándola.
Fue ella la que les confirmó que Julia le había avisado que iría a buscar a los animales extraviados,. En el marco de la investigación tras la denuncia de Troncoso, Carabineros consignó en el parte que no le tomaron declaración “debido a que no se encuentra en buen estado de salud mental“.
Otra duda se relaciona con la fecha en que habría ocurrido la desaparición, ya que si bien los familiares aseguran que fue el viernes 8 de noviembre, la declaración de un cercano a la familia estableció que, a través de mensajería de WhatsApp, Jeannette Troncoso Chuñil le dijo que su madre no había llegado la noche del jueves 7. Tanto el 9 como el 10 de noviembre preguntó por Julia, y en ambas ocasiones le respondieron que aún no había regresado, según precisó 24 Horas.
De acuerdo con el relato de otros testigos, ese jueves 7 de noviembre vieron a Julia Chuñil “caminando muy rápido, casi trotando” en dirección a su casa en Huichaco. Uno de ellos confirmó que la llevó en auto y la dejó en la entrada de la “casa donde vive con Jeannette, Flavio y Javier”, sus hijos.
Posteriormente, el esposo de Jeannette Troncoso, cambió su versión sobre la fecha en que desapareció su suegra y, tras indicar inicialmente que fue el 8 de noviembre, luego, apuntó que la vio por última vez el jueves 7 de noviembre.
Restos de sangre en la casa de su hijo
A todo lo anterior se suma que en marzo de este año, en el marco de las pericias que realizó personal del Labocar, se encontraron restos de sangre humana tanto en una carreta perteneciente a Javier, uno de los hijos de Julia, como en la puerta de la vivienda de la víctima.
Al cumplirse un año de la desaparición de su madre, Javier Troncoso le dijo a Chilevisión que “yo igual en mi pieza tengo herramientas, huinchas que uno se puede cortar… tornillos. Entonces, claro que puede ser sangre mía“.
En la ocasión también negó los dichos de la Fiscalía en cuanto a que no habría participado en la búsqueda de su madre. “Todos los días estuve, si yo desde el día que dimos el aviso todos los días estuve acá. ¿Dónde iba a estar? En otra declaración dicen que yo andaba inquieto… si se perdió mi mamá, no se perdió un animal“, enfatizó.
Finalmente, aseguró que “no tengo nada que ver en la desaparición de nuestra madre. Yo era el más cercano que estaba a ella, yo sé las partes donde podría haber caído. Incluso, me las he dado de investigador solo, investigar, hacer el ejercicio, si no fue allá arriba, que se extravió, se perdió acá”, concluyó.
La arista del empresario Juan Carlos Morstadt
La última vez que alguien vio a Julia Chuñil fue en el terreno que disputaba con el empresario Juan Carlos Morstadt, en la comuna de Los Lagos, en la Región de Los Ríos.
Ese hecho, y la larga disputa territorial que los enfrentaba, puso en el centro de interés al empresario forestal. Una condición que se incrementó luego de que a través de una intercepción telefónica se lo escuchó decir que “la quemaron”.
El pasado viernes la Fiscalía le entregó a la defensa de Juan Carlos Morstadt las copias de la carpeta de investigación y confirmó que en la actualidad figura como imputado en el caso de la desaparición de Julia Cuñil.
Por su parte, la abogada Karina Riquelme, quien representa a los cercanos de la mujer, le exigió al Ministerio Público que formalice al empresario.
A todo lo anterior se suma la prisión preventiva decretada para Oriana Segovia Casas (56) y Víctor Ortega Segovia (30), una madre y su hijo acusados de amenazas contra el fiscal Jaime Calfil, uno de los persecutores que lleva la causa por la desaparición de Julia Chuñil.
Durante el operativo, la Policía de Investigaciones (PDI) encontró en la vivienda de Segovia Casas dos escopetas hechizas, un revólver, una pistola, municiones y elementos químicos que podrían ser utilizados para fabricar explosivos.