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Arturo Squella: “Si hay que tomar medidas impopulares para restablecer el orden, se hará”

En la última milla de la primera vuelta, el candidato a senador y presidente del Partido Republicano habla del diseño de la candidatura presidencial de José Antonio Kast. Quiere mantener guante blanco dentro de la oposición para generar mayorías y sobre la izquierda es claro: “No le tenemos miedo al adversario político ni a las consecuencias de hacernos cargo de la crisis de seguridad”.

La sede del Partido Republicano tiene espacios que se prestan para una celebración. En la casona de avenida Presidente Errázuriz el patio luce encarpado, pero el timonel de la sede precisa que solo es el lugar que se destina para realizar los puntos de prensa que requiere la actual carrera presidencial. Con su candidato José Antonio Kast como el mejor aspectado a la hora de una segunda vuelta presidencial, Arturo Squella es cauto cuando se le pregunta si ya definieron un escenario para celebrar un eventual triunfo en la elección del 16 de noviembre. La disciplina le resulta natural, además de necesaria, en esta última milla de la campaña:

–Lo que corresponde ahora es ganar. Hemos recorrido un camino muy intenso durante estos meses, comunicándole a los chilenos lo que haríamos si José Antonio Kast fuera presidente de Chile, particularmente en las crisis más profundas que tenemos: la seguridad pública y el estancamiento económico, pero hasta ahora no se ha ganado nada. Si tenemos un buen resultado, nos juntaremos a pensar cómo tomamos al día siguiente la tarea de la segunda vuelta.

–Sin embargo, lleva varios meses diciendo que esta es una carrera corrida.

–Apuntaba a pasar a segunda vuelta. Entre las alternativas de oposición frente a Jeannette Jara, vemos con altas probabilidades que José Antonio sea quien pase. Y eso se refleja en todas las encuestas: el que con mayor holgura le ganaría a Jara es Kast. El verdadero trabajo empieza el 11 de marzo, si le ganamos a Jara en segunda vuelta.

–¿No hay riesgo de que algo impensado afecte la candidatura en esta última etapa?

–Para nosotros es fundamental seguir comunicando lo que haríamos frente a la criminalidad y al estancamiento económico. Competimos con personas a las que les cuesta fijar límites, pero hay que mantener la calma. La piedra angular de esta casa es enfrentarlos sin miedo. No le tenemos miedo al adversario político ni a las consecuencias de hacernos cargo de la crisis de seguridad. La izquierda va a decir que los presos no pueden estar sin visitas o pertenencias, pero nosotros vamos a instalar medidas concretas para los condenados por delitos violentos.

–¿Por qué no fue electo Kast la elección pasada?

–Era muy difícil ganar. Veníamos de una elección municipal y de convencionales que fueron malas para el sector, con un gobierno de derecha muy mal evaluado. Hoy el escenario es totalmente distinto: tenemos un partido con instituciones sólidas, gente preparada, una mirada clara sobre seguridad y economía. Nos fuimos a estudiar experiencias exitosas en el mundo, y eso hoy se refleja en una gran adhesión de los chilenos al proyecto republicano.

–Vienen 15 días que son los más duros, debates que se prestan para ataques, tal como sucedió en la elección pasada con los fondos de inversión de Kast en Panamá

–Es evidente que el adversario, siendo más aún del Partido Comunista, va a utilizar todo lo que tenga a su alcance, instalando mentiras y sobre todo cuando queda tan poco tiempo.

–Pero lo de los fondos era real. ¿Hay ahora un discurso frente a eso? ¿Cambió la situación?

–Cuando te queda tan poco tiempo para poder reaccionar frente a las cosas que se instalan, hay un riesgo. La buena noticia es que, independiente de las cosas que pueda tratar de instalar el Partido Comunista, los chilenos ya tienen tomada en buena parte una decisión. Algo que no se ha comentado mucho, pero que en esta elección es bien llamativo —y casi inaudito— es la poca cantidad de indecisos que hay. Las encuestas se mantienen realmente muy estables, independiente de la encuestadora, todas más o menos señalan lo mismo: es un voto muy firme.

Disciplinado, sin entrar al fondo de la pregunta y sin salir del tema que los republicanos buscan instalar, agrega:

–La verdad es que uno siempre tiene que estar preparado para recibir embates, pero nuestra fortaleza está precisamente en la esperanza que tienen los chilenos de que, efectivamente, con un gobierno de José Antonio Kast se pueda volver a vivir tranquilo y en paz en las calles y en nuestras casas.

–Insisto: ¿Kast sigue teniendo su dinero en el extranjero?

–En cada una de las cosas en donde se ha tratado de instalar realidades o situaciones que sirvan como eje para una eventual contracampaña, se toman todas las medidas y se han analizado todos los escenarios.

El Caso Jaime Guzmán

Arturo Squella entró en política en la universidad, y llegó a liderar el movimiento gremialista fundado por el ex senador Jaime Guzmán. Militó en la UDI, partido también fundado por Guzmán, entre 2010 y 2019. Fue diputado por dos períodos y no quiso ir a la reelección. Dejó la UDI para formar el movimiento Acción Republicana que dio origen al partido que lidera hoy.

Con un enfoque conservador en lo valórico y un activo trabajo territorial en los sectores populares, los republicanos parecen seguir el modelo que se creó en la UDI de Guzmán. Quizás eso llevó hace unas semanas a la secretaria general del partido, Ruth Hurtado, a decir que “si Jaime Guzmán estuviera vivo, votaría por José Antonio Kast, no por Matthei”. Las críticas desde la UDI y la candidatura de Matthei no se hicieron esperar.

–¿Está de acuerdo con Ruth Hurtado? ¿Él militaría en su partido hoy?

–En nuestra relación con los otros partidos políticos creemos que es fundamental evitar cualquier tipo de situación que pueda generar distancias o malos entendidos. En su minuto ella contestó una pregunta simple sobre lo que pensaba y se generó un debate que, a mi juicio, no era tan profundo. Evidentemente sirvió también para reforzar que todos los sectores de la oposición deben tener mucho cuidado con lo que se dice, porque parte importante de lo que va a venir a futuro depende de que podamos enfrentar en conjunto la segunda vuelta y un eventual gobierno de oposición.

–¿Pero es solo el pensar de ella o representa en cierta forma al partido?

–Creemos que, si es que hay algo que pueda generar algún tipo de dificultad entre los partidos que hoy forman parte de la oposición —independiente de que se refleje lo que tú piensas o no— uno tiene la capacidad de evitar el pronunciamiento, porque lo que está en juego es mucho más fuerte.

–¿Para usted ha sido inspiradora la figura de Jaime Guzmán?

–Jaime Guzmán evidentemente representa un valor enorme desde el punto de vista de ciertas ideas, y para proyectarlo en el futuro es muy bueno que esas ideas precisamente sean compartidas por todos quienes están en la oposición. Pero nuestro desafío hoy está en otra órbita. Nosotros nos estamos preparando para enfrentar al crimen organizado, estamos de cara hacia el terrorismo en el sur. Eso es lo que a nosotros nos ha ocupado durante el último tiempo y no hay espacio para anclarse en realidades de otras épocas que podrían hacerte perder el norte del desafío que tenemos a futuro.

Recuperar el territorio

El día de esta entrevista debutaba en la televisión abierta la franja electoral. Frente a una pantalla de 50 pulgadas Squella la observó tranquilo, casi confiado, pese a embates tan directos como las imágenes de IA que mostraban a Kast siendo parte del ataque a La Moneda en 1973, con uniforme militar. Cuenta que sabía que debutaban en el último lugar de exhibición, que previeron que el resto de los candidatos hablarían de sí mismos o atacarían al adversario, y por eso la estrategia fue partir con un contenido centrado en la crisis de seguridad. Con imágenes del funeral del Byron Castillo, el joven camionero asesinado por inmigrantes irregulares en el norte, en 2022, solo se escuchó el relato en off del hecho y la voz de la madre de Byron pidiendo cambios en el país. Kast no habló. El protagonista fue el miedo, también la rabia.

–Si te has fijado, durante todo este tiempo nosotros hemos hablado de un gobierno de emergencia, porque no hay una persona en Chile, salvo el presidente, que diga que no se cae a pedazos.

–También lo han dicho otros, como el economista José de Gregorio.

–Nosotros tenemos una mirada un poco más realista. Yo invitaría al presidente Boric a darse una vuelta por las poblaciones y que converse con la gente de verdad, no con la que le ponen los de la avanzada presidencial, con las personas que tienen que organizarse en sus barrios para ir a buscar a sus familiares al paradero porque no quieren que caminen solos. Esa es la realidad. O la de una madre de adolescentes que evita que salgan a la calle para que no tengan contacto con quienes ya están involucrados en el narcotráfico. Esa es la realidad de Chile hoy.

Arturo Squella habla con firmeza sobre la idea de “recuperar el territorio” y reinstalar la autoridad del Estado. Dice que su opción de postular al Senado por la Región de Valparaíso, y no guardarse para un eventual cargo de gobierno, tiene que ver con eso.

–¿Qué le parecen las críticas al endurecimiento del control carcelario o al eventual uso de las Fuerzas Armadas en apoyo a Carabineros?

–Es parte del escenario. La izquierda va a cacarear, pero nosotros creemos que el país está esperando decisiones concretas. Eso es lo que nos diferencia (…) Para nosotros la seguridad es un deber del Estado.

–¿Las Fuerzas Armadas tendrán un rol en la seguridad pública?

–El rol que nosotros le asignamos a las Fuerzas Armadas tiene que ver con el resguardo a las policías que son quienes primeramente tienen contacto con la población. Ese es el funcionamiento que permite que las policías cumplan su propósito. Es una herramienta que nunca se puede descartar.

–Se cuestiona la candidatura de Kast por carecer de equipo para un eventual gobierno. Deme dos posibles nombres, para Seguridad y Hacienda.

–No, no me corresponde a mí dar nombres. Eso lo veremos en su minuto, si es que ganamos la elección. Y será José Antonio Kast la persona que tiene que elegir ahí.

–Pero como presidente de partido le va a tocar proponer ternas

–Yo creo que muchos vamos a tener la oportunidad de sugerir a las personas indicadas, pero primero tenemos que ganar la elección. Empezar a distribuir el gabinete sería un tremendo error. Eso no significa que uno no pueda avanzar en cosas como tener un mapeo general de todo el Estado; dónde están los cargos críticos, o dónde se puede actuar rápidamente para que en los primeros 90 días se pueda ver un cambio en el timón del país. Eso efectivamente lo estamos haciendo, independiente del resultado en la elección. No alcanzaríamos a hacerlo si esperamos al día siguiente de la segunda vuelta. Pero para el resto, para la conformación de quiénes van a ser los colaboradores más directos en un eventual gobierno, todavía falta.

–¿Tiene Republicanos la cantidad de gente suficiente para esos cargos críticos?

–Yo creo que pretender un buen gobierno únicamente con las personas que han firmado una ficha de militancia es un tremendo error. También sería bastante soberbio pensar que los mejores en cada una de las áreas están todos radicados en el Partido Republicano. La idea de un gobierno de José Antonio Kast es tener a las personas necesarias, estrictamente necesarias, aprovechar a quienes tienen experiencia en el Estado, que han tenido la oportunidad de trabajar en el mismo en otras etapas de la historia reciente, y a partir de eso abocarnos a cumplir con las expectativas que van a estar muy altas en materias tan sensibles como la seguridad y el crecimiento económico.

–¿Con el mapeo que están elaborando, harán una auditoría de los funcionarios del Estado?

–Creemos fundamental tomarse en serio la tarea de sacar a los operadores políticos que hay en el Estado. Vamos a hacer una revisión escritorio por escritorio, con la planilla de sueldos en la mano y yendo al lugar de trabajo. Si cumplen o no cumplen una función, lo vamos a verificar. Durante el actual gobierno entraron más de cien mil personas. No todas dependen del gobierno central, pero muchas están ahí únicamente por el color político. Eso es injusto para el resto de los chilenos.

–¿Qué esperan en el Congreso?

–Crecer en la cantidad de diputados y llegar al menos a tres senadores. Pero lo más importante no es cuántos sean de cada partido, sino si como sector vamos a tener mayoría en ambas cámaras. Si superamos los 78 diputados, podremos avanzar en las reformas que el país necesita.

–¿Seguirá como presidente del partido?

–Sí, el período es de cuatro años y llevo dos. Me propusieron también ser candidato al Senado, porque el plan de recuperación territorial que tenemos para ejecutar desde el 11 de marzo requiere una pata legislativa fuerte. Hay que coordinar a las bancadas republicanas y de oposición. Es un desafío enorme, pero necesario.

Finalmente, Arturo Squella dice que el corazón del diseño político es reconstruir un sentido de autoridad. Y admite que eso es funcional a una crisis de seguridad que tiene que ver más con la percepción de temor la ciudadanía que con los índices de criminalidad:

–La percepción de temor es abordable con un gobierno con determinación y carácter. Así, obviamente, empiezas a devolverle la sensación de seguridad a las personas.

-¿O sea, atacarían primero la percepción de temor?

-Es más rápido que las personas empiecen a notar cambios, a sentirse en un país más seguro, que efectivamente verlo en un indicador de victimización.

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