El analista y ex asesor de Jeannette Jara, Darío Quiroga, afirmó que la derrota frente a José Antonio Kast era esperable, pero destacó que la candidatura de la ex ministra tuvo un papel estratégico para la futura oposición.
A pocos días del balotaje, el sociólogo debió renunciar al comando de la candidata comunista debido a antiguos comentarios críticos hacia Franco Parisi. Sin embargo, Quiroga continuó ligado a la campaña, “conversando y aportando lo que podía”, y hoy realiza un balance de su experiencia.
En entrevista con La Tercera, Quiroga señaló que el triunfo de Kast no fue inesperado, recordando que durante los últimos dos años las encuestas mostraban que cualquier candidato de derecha superaba en segunda vuelta a figuras como Michelle Bachelet, Paulina Vodanovic o Carolina Tohá. “Todo era bastante previsible”, afirmó, destacando que Jara fue “una muy buena candidata para maximizar las opciones en un contexto donde la seguridad era el tema número uno”.
Aunque la diferencia final alcanzó los 17 puntos, Quiroga relativizó la magnitud del resultado. “En primera vuelta, el 70% de los votos fueron a candidatos que se señalaban contra el gobierno. Las distancias de segunda vuelta son más anecdóticas, ya que uno gana y el otro pierde”, explicó. Para él, “la derrota era inevitable, pero la performance de Jara permitió defender posiciones y aportar contenido a la discusión pública”.
Junto a ello, el sociólogo subrayó que la candidatura comunista enfrentaba un escenario complejo, por un oficialismo debilitado tras el estallido social, el rechazo constitucional y un electorado inclinado hacia la oposición. “Ser candidato oficialista es muy difícil. Este es el sexto presidente consecutivo donde lo que gana es la oposición”, señaló.
Quiroga reconoció que la militancia comunista de Jara fue un factor en contra, pero considera que terminó siendo irrelevante frente al electorado que definió la elección. “Chile decidió entre una militante comunista y un militante republicano, dos partidos en los bordes del arco político tradicional. Lo que pesó fue la capacidad de entregar respuestas a problemas acuciantes”, dijo.
Respecto a las tensiones con el Partido Comunista, Quiroga indicó que se dieron principalmente en las primarias, pero que durante la campaña “el PC se portó súper bien”. Incluso señaló que Jara pensó en suspender su militancia para mostrar independencia, aunque no pudo concretarlo legalmente.
El sociólogo también valoró el estilo cercano y disponible de la candidata: “No creo que haya alguien que tuviera alguna mala palabra con Jeannette. Se daba los tiempos con todos, incluso cuando la llamaban permanentemente diputados y senadores”, comentó.
Sobre el desarrollo de la campaña, reconoció que hubo un mal debate final, que favoreció a Kast, y que la comparación inicial con Michelle Bachelet terminó siendo un flanco. “No era Bachelet 2.0, era Jara 1”, enfatizó.
En conclusión, Quiroga reiteró que la derrota era previsible, pero aseguró que la candidatura de Jara cumplió un rol estratégico para la futura oposición. “Ella era la candidata adecuada para este escenario, ninguna otra habría podido mejorar su performance”, sentenció.