Estamos a solo meses del verano y muchos ya comenzaron a planificar sus viajes, donde uno de los destinos que no puedes dejar pasar es la denominada isla feliz, Aruba.
Este es un destino caribeño ubicado a 25 kilómetros de las costas sudamericanas que no solo ofrece arena blanca y aguas turquesa, sino también una mezcla de naturaleza, hospitalidad y bienestar para que puedas vivir una experiencia de transformación personal.
Un factor que no hay que dejar de lado es que se encuentra fuera del cinturón de huracanes, lo que le brinda la ventaja de ofrecer 360 días de sol al año, con una agradable temperatura promedio de 28 grados.
En la isla puedes obtener todos los ingredientes para alcanzar el denominado wellness, término que se entiende como equilibrio físico, mental y emocional.
Desde el susurro del mar sobre la arena blanca hasta los senderos del Parque Nacional Arikok, con sus cactus, cuevas y paisajes únicos, todo invita a detenerse y reconectarse con lo esencial. Practicar mindfulness al amanecer, meditar frente al mar o caminar descalzo por la playa se vuelven actos simples, pero profundamente restauradores, el principal objetivo de unas buenas vacaciones.
Aruba ofrece una amplia variedad de experiencias: desde un masaje en un spa junto al mar, practicar SUP Yoga, experimentar variantes de yoga en la playa o disfrutar de deportes acuáticos como el kayak o el windsurf son algunas de las opciones.
La gastronomía no se queda atrás. Muchos restaurantes ofrecen menús balanceados, vegetarianos y veganos.
El efecto Aruba
En medio del ritmo acelerado de Santiago, el Caribe se hizo presente por una mañana en el Spa +MUND, donde veinte invitados —entre medios de comunicación y creadores de contenido de viajes y lifestyle— participaron en una experiencia diseñada para conectar cuerpo, mente y alma bajo el concepto El efecto Aruba, que invita a trasladarse mentalmente al ambiente relajado y luminoso que caracteriza a la isla.
La jornada comenzó con una meditación guiada y cuencos de sonoterapia, cuyos sonidos evocaban el murmullo del mar y los vientos alisios que acarician las playas de Aruba. Este fue el punto de partida de una experiencia sensorial que combinó relajación profunda, bienestar físico y conexión emocional: elementos esenciales del concepto wellness que la isla promueve como sello de su propuesta turística.

Durante la mañana, los invitados disfrutaron de masajes con aromaterapia, hidromasajes con sales de mar, baños de vapor y una evaluación personalizada de vitaminas y cuidado de la piel, recordando la importancia del equilibrio entre cuerpo y mente. Todo, en un entorno que reflejaba los colores, aromas y energía vibrante de la isla.
La actividad fue una oportunidad perfecta para acercar a los invitados al concepto de vacaciones wellness que Aruba impulsa a nivel global. Un estilo de viaje que va más allá del descanso y que invita a reconectar con uno mismo a través del contacto con la naturaleza, la práctica del deporte, la alimentación consciente y las experiencias transformadoras.