Dormir junto a una persona que ronca puede tener efectos significativos en la salud de quien comparte la cama, incluso si no presenta ningún trastorno del sueño.
Los especialistas advierten que la exposición constante al ruido y a los microdespertares que provoca el ronquido interrumpe las fases profundas del descanso, generando sueño fragmentado y un estado de alerta permanente.
Los expertos en sueño de HIS (Health Intelligence Solutions) introdujeron el término de roncador pasivo para describir a quienes, sin padecer un trastorno respiratorio del sueño, experimentan sus efectos secundarios únicamente por compartir el dormitorio con alguien que sí los presenta.
“Nos dimos cuenta de que muchas consultas provenían de parejas agotadas, con estrés, irritabilidad y problemas de concentración. Dormían mal sin entender por qué, hasta que analizamos que el ronquido constante de su pareja las mantenía en alerta toda la noche”, explicó José Ignacio Marmolejo, CEO de HIS.
Roncador pasivo: las consecuencias en la salud de quienes duermen junto a una persona que ronca
Datos del centro muestran que un porcentaje importante de los exámenes corresponde a personas que no roncan, pero que buscan descartar apnea del sueño tras convivir con un roncador.
El impacto es significativo, ya que el sueño interrumpido por ruido puede provocar alteraciones hormonales, somnolencia diurna, problemas de memoria y aumento del estrés, lo que a su vez incrementa el riesgo cardiovascular y metabólico.
En pocas palabras, el cuerpo tiene dificultades para alcanzar las fases profundas del sueño y no logra recuperarse como debería.
“El cerebro de quien duerme al lado de un roncador se mantiene en una especie de modo de vigilancia. Aunque logre dormir varias horas, no descansa realmente”, detalló Marmolejo.
¿Cómo identificar a un roncador pasivo?
- Algunas señales que pueden alertar sobre esta condición son:
- Despertarse varias veces durante la noche sin una causa clara.
- Sentir irritabilidad o demasiado sueño durante el día.
- Tener una pareja que ronca fuerte o hace pausas respiratorias.
- Evitar dormir con la pareja por el ruido o intentar quedarse dormido antes de que comiencen los ronquidos.
Si estas situaciones se repiten, los expertos sugieren hacerse tres preguntas clave:
- ¿Ronco?
- ¿Tengo sueño durante el día?
- ¿No descanso durante la noche?
“Si la respuesta es sí a cualquiera de ellas, la persona debería realizarse un estudio del sueño en casa y si la pareja ronca, por salud y bienestar, también debería hacerlo”, alertó José Marmolejo.