Este tipo de tesis, de acuerdo detalla la publicación, fue realizada por algunos estudiantes de esa época -1997, año en el que se licenció Huerta- justo cuando se estaba remodelando la biblioteca de la facultad de Derecho de la Universidad de Chile.
La gracia de esta obra es que no es un entretenimiento literario, sino que este “Elogio a los Jueces” lo ha escrito un abogado. De esta forma, como es corriente criticar a los jueces en general y escuchar comentarios a propósitos de casos penales que hay una suerte de puerta giratoria para los delincuentes, es preciso recordar a Calamandrei que los jueces “gozan de mas virtudes que defectos”, y tiene toda la razón, porque para ser un gran juez, no solo debe saber bastante de derecho, sino que debe reunir grandes virtudes, que se traducen en un sabio criterio jurídico que se adquiere por la experiencia, el estudio, la inteligencia y por sobre todo prudencia y equilibrio propia de un juez, para saber resolver un litigio, cautelando previamente uno de los principios rectores de todo procedimiento como es la bilateralidad de la audiencia para que el juez conozca los argumentos de ambas partes.
La preocupación por el otro, por sus problemas, por sus faltas de oportunidades, no solo es una urgencia en el ámbito educacional, sino que debe ser un motor global de los cambios que nuestra sociedad necesita.
Según destaca el bufete, Ricardo Lagos es "uno de los políticos más reputados del país y una de las figuras más representativa de la Concertación de Partidos por la Democracia y mentor de la actual presidente de Chile, Michelle Bachelet".
El conocido abogado de Augusto Pinochet instó a crear un mecanismo de elección de jueces en el cual no participen elementos externos, los cuales "erosionan la estructura y funcionamiento de los tribunales".
Afirman que la responsabilidad del Estado siempre puede reclamarse y que un documento de este tipo tendría escasa o nula validez en un juicio, incluso si el accidente se produjo por caso fortuito y no por negligencia.