¿Quién cuida a las colaboradoras y colaboradores?
La pregunta que surge es qué podemos hacer quienes estamos en puestos de jefatura por las personas que deben lidiar con la vorágine del día a día en casa. Hay gestos que no siempre están escritos en los programas de recursos humanos. Por ejemplo, respetar la pausa del almuerzo, hacer reuniones con agenda u olvidarse del WhatsApp a las 17 horas.
Columnista