Cárcel para todos
La privación de libertad puede ser uno de los máximos castigos para un ser humano. Al caer en esta condición se ataca directamente al desarrollo personal, el estado emocional, espiritual y sicológico, y estigmatiza, probablemente, por el resto de su vida. Y esto puede ir mucho más allá. Una vez dentro de la cárcel se aplica la ley de la selva. Sobrevive el/la más fuerte, y el resto, que se las arregle como pueda. La realidad en las cárceles no es “Prison Break” o “Orange is the New Black”.
Columnista