En un mundo actual marcado por la moda desechable, Turnbull & Asser representa todo lo contrario: la permanencia del estilo, la calidad suprema y la rigurosa tradición. Desde su histórica boutique en Jermyn Street, corazón de la moda masculina londinense, la firma, fundada en 1885 y proveedora de la casa real, ha vestido por décadas a figuras mundiales de la monarquía, la cultura, el arte y la política, estableciendo el manifiesto británico más puro y específico sobre el arte de “vestirse bien”.