A lo largo de casi dos décadas, entre 1994 y 2013, en una esquina de la avenida Pedroso de Morais, en San Pablo, Brasil, todo el mundo evitó acercarse al hombre mal vestido, de pelo largo y rastado, rodeado de papeles y envuelto en bolsas de basura brillantes.
El hombre es, Raimundo Arruda Sobrinho, hoy tiene 75 años, y los papeles eran sus Mini páginas, todas cortadas con el mismo tamaño, con poemas y aforismos que escribía y luego catalogaba. Y el lugar donde habitaba era su “isla”.
Había nacido en la zona rural de Goiás, pero se alejó de su familia durante 51 años. Durante 34 de ellos vivió en la calle, en San Pablo. A pesar de las tentativas de sacarlo de allí, su gentileza y educación nunca lo permitieron: “La solución no es dividir el pan, sino tener las condiciones para que cada uno pueda comprar su propio pan”, escribió.
En 2012, después de mucho tiempo viviendo en el mismo boulevard, Raimundo recibió una visita que cambiaría su historia. Shalla Monteiro, que vivía cerca de allí, decidió conocer la historia de aquel “vecino” misterioso. Así comenzó a coleccionar sus “mini páginas”.
